La libra mantiene su rebote tras los mínimos desde 1985 y la primera medida de Truss

La debilidad de la moneda denota la falta de confianza en la economía británica

Noemí Jansana
Bolsamania | 08 sep, 2022 08:45 - Actualizado: 13:39
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La libra remonta este jueves por encima de 1,15 dólares, después de que el miércoles se desplomara hasta niveles de precio no vistos en décadas. La moneda británica acarició los 1,1400 dólares, mínimos desde 1985, al calor de un rally del dólar que después reculó y lastrada por la incertidumbre que pesa sobre el cambio de Gobierno en el país, tras la toma de posesión de la primera ministra Lizz Truss, que ha nombrado ya un nuevo gabinete.

"El temor a una crisis del coste de la vida y a la subida de la inflación, así como las dudas sobre la capacidad de Truss para dirigir la economía en la dirección correcta, están pesando sobre la libra", comenta David Madden, analista de Equiti Capital. "El cable (libra/dólar) cayó a su nivel más bajo desde 1985, lo que pone de manifiesto la falta de confianza en la economía británica. Hay que tener en cuenta que el Banco de Inglaterra ha subido los tipos de interés en seis ocasiones desde diciembre del año pasado, y todas esas subidas siguen sin poder detener la caída de la libra", agrega.

De hecho, la moneda se deslizó hasta su nivel más bajo desde mediados de la década de los 80, en 1,1405 dólares. "Mientras que por encima de 1,1400 dólares necesitamos ver un movimiento por encima de 1,1600 dólares para estabilizar y señalar un estrangulamiento de los cortos hacia 1,1800 dólares. Por debajo de 1,1400 dólares, el objetivo es 1,1000 dólares", comenta Michael Hewson, analista de CMC Markets.

En cuanto al euro/libra, "busca volver a probar los máximos de junio en 0,8720 libras, después de no poder bajar de 0,8560 libras a principios de esta semana. Necesitamos ver una ruptura sostenida por debajo de 0,8560 libras para volver a apuntar a la zona de 0,8480 libras", dice Hewson.

Con todo, la flamante primera ministra está tomando el timón del país. Como una de sus primeras medidas, ha decidido congelar temporalmente las facturas energéticas en el Reino Unido desde octubre. Así lo ha anunciado este jueves, y ha dicho que con esta medida los hogares británicos se ahorrarán una media de 1.000 libras esterlinas al año.

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