La divisa mexicana sufre descensos de doble dígito contra el dólar, el euro y el yen
Ha sido el gran termómetro. El peso mexicano ha tomado perfectamente la temperatura de la campaña electoral. Subía cuando crecían las opciones de Clinton y bajaba cuando lo hacían las de Trump, que finalmente ha ganado. Por eso, ahora que el republicano ya toca la victoria, su hundimiento adquiere un tono histórico.
Su desplome refleja el miedo al impacto que las políticas de Donald Trump puede provocar en la economía mexicana. Y en su sociedad, con la amenaza de construir el polémico muro al que ha aludido en los últimos meses. El Banco de México ya ha convocado una rueda de prensa conjunta con la Secretaría de Hacienda y de Crédito Público (SHCP) a las 7 hora local, siete más en España.
Conferencia de prensa conjunta de SHCP y Banxico hoy miércoles 9 de noviembre a las 7 horas en Palacio Nacional.
— Banco de México (@Banxico) 9 de noviembre de 2016
El peso se hunde. Sin remisión. El euro se dispara un 8% contra la divisa mexicana, hasta los 21,8 pesos, y ha llegado a subir un 14%; y el dólar estadounidense se aprecia un 7,6%, hasta los 19,7 pesos. Todos ellos, descensos históricos que conducen hasta mínimos sin precedentes del peso.
Finalmente, las autoridades mexicanas han defendido la fortaleza de sus finanzas y de la salud de la economía y han asegurado que tomarán medidas para que la inflación no se dispara por encima del objetivo del 3%, frente a los malos augurios que ha dejado el movimiento brusco de la divisa.
Semejante castigo ha tenido sus réplicas en otras monedas emergentes, aunque los movimientos se han ido reduciendo o incluso invirtiendo. El euro se cae un 0,3% contra el yuan chino, sube cerca de un 2% frente al real brasileño, un 0,2% contra la rupia india, se deja un 0,6% contra el rublo ruso, avanza un 3,5% contra el won surcoreano, se anota un 1,3% contra la lira turca y se dispara un 3% contra el rand sudafricano.