La moneda envía señales de sobrecalentamiento del reciente rally
El yuan sigue acaparando el interés de los inversores y estira el rally iniciado tras las elecciones de EEUU, alimentado por la victoria del candidato demócrata Joe Biden. La esperanza de que la nueva administración suavizará la postura estadounidense con China y acabará con la guerra comercial del presidente Donald Trump sigue bombeando el renminbi que ha marcado otro máximo de dos años.
La recuperación económica del país y la prima de su tasa de interés sobre el resto del mundo también dan alas a la moneda que sube un 0,31%, hasta 6,5623 yuanes por dólar, superando el máximo alcanzado a principios de este mes tras los comicios en EEUU. Con la de este martes, son cuatro la sesiones consecutivas de alzas para la moneda, pese a que algunos inversores avisan de que el activo está sobrecomprado.
Además de la anticipación por un nuevo período más amistoso entre Washington y Beijing, la moneda también está subiendo por las apuestas de que el rebote de la nación de la pandemia está bien encaminado. La prima que los bonos del gobierno chino ofrecen sobre la deuda americana es casi la más alta registrada, lo que atrae la entrada de inversores extranjeros y apoya al yuan. Por otra parte, la debilidad del dólar también juega a favor de la moneda.
"China probablemente liderará la recuperación macroeconómica en todo el mundo en los próximos seis meses, por lo que su ventaja de rendimiento se mantendrá intacta y la moneda seguirá subiendo", señalan los analistas.
Al ritmo actual, la moneda va de camnio para cerrar en noviembre su sexto mes de subidas, la mayor carrera alcista desde 2014. El yuan ha subido más del 9% desde finales de mayo, eliminando más de la mitad de la caída desde que se inició la guerra comercial entre China y EEUU sobre temas que van desde el comercio hasta la protección de la propiedad intelectual, lo que ha provocado que el renminbi cotice en su precio más débil de la última década.