El dólar sigue debilitado por las expectativas de que el IPC de EEUU se suavice en agosto
El euro recula este martes tras alcanzar el lunes la marca de 1,0200 dólares, a caballo de las palabras del presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, quien pidió más subidas de tipos si la inflación de la zona euro no da muestras de suavizarse. La moneda comunitaria se vio impulsada por los comentarios del 'halcón' del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), que ve necesarios otros pasos en la misma dirección tras el incremento de tipos del 0,75% de la semana pasada. La divisa también se vio impulsada a máximos desde febrero de 2021 contra la libra.
Estos comentarios fueron seguidos por otros similares de Isabel Schnabel, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, y contribuyeron a que la moneda única alcanzara sus niveles más altos frente al dólar estadounidense desde el 18 de agosto. El parón en el rally del dólar también incide en el mejor desempeño del resto de divisas principales e incrementa el apetito por el riesgo. Con todo, el análisis técnico indica que el euro/dólar debe superar la marca de los 1,0200 dólares para seguir manteniendo el impulso alcista, señala Michael Hewson, analista de CMC Markets.
Todo lo anterior apoya la visión de los analistas de que en los últimos días se ha producido una notable mejora en el sentimiento del mercado. "No siempre es fácil determinar qué es lo que impulsa este cambio, pero el hecho de que se produzca en los días previos al informe sobre la inflación en EEUU es ciertamente interesante", dice Craig Erlam, analista de Oanda. "Tal vez el informe del mes pasado haya dado a los inversores la confianza de que en julio podría producirse otra desaceleración más rápida".
"Esto puede sonar prematuro, pero el hecho es que dos informes consecutivos que muestran una fuerte desaceleración, combinados con el informe de empleo del mes pasado, serán una señal realmente alentadora y podrían desencadenar un rebote de riesgo más amplio en los mercados", prosigue el experto. "Puede que no sea suficiente para inclinar la balanza de la Reserva Federal a favor de una subida de tipos más modesta de 50 puntos básicos la semana que viene, pero puede ralentizar el ritmo de endurecimiento a partir de entonces", agrega.
En las divisas, cabe destacar que el parón del dólar no se nota contra la moneda nipona. El yen continúa débil, pendiente del coste de la energía y de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Los de 2 años se mantienen en máximos de 15 años, lo cual limita cualquier posibilidad de que la moneda nipona vuelva a imponerse en el corto plazo.