El euro estira su declive tras los datos negativos de Alemania y marca mínimos

La divisa comunitaria alcanza 1,0950 dólares, su peor cambio en cuatro meses

Noemí Jansana
Bolsamania | 07 feb, 2020 10:26 - Actualizado: 18:47
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Nueva jornada de caídas para el euro este viernes, que prolonga la figura bajista de las últimas cinco sesiones, presionado por los datos económicos de Alemania nada alentadores y que añaden preocupación sobre la locomotora de la zona euro. La moneda ha perdido un 1,3% esta semana -un 2% en lo que va de año-, desde las inmediaciones de los 1,11 dólares que tocó el lunes, hasta los nuevos mínimos anuales de este viernes, (-0,3%; hasta 1,0946 dólares).

El golpe de gracia para la divisa comunitaria llegó de la mano del mayor desplome en una década de la producción industrial en Alemania, publicada este jueves. Este viernes se ha conocido también la balanza comercial germana, que muestra como el superávit comercial de Alemania se redujo un 2,2% en 2019. En el último año, las exportaciones alemanas crecieron un 0,75%, hasta 1,32 billones de euros, mientras que las importaciones aumentaron un 1,47%, hasta 1,10 billones.

Los expertos también atribuyen el sufrimiento de la moneda única al músculo que marca el dólar en todos los frentes. La acumulación de datos positivos en EEUU, entre los cuales destacan el dato de nóminas no agrícolas del mes de enero, cuando se crearon 225.000 nuevos puestos de trabajo, muy por encima de los 165.000 que esperaba el mercado, el ISM de manufacturas y de servicios, y el dato de empleos privados de la firma ADP, le han dado un fuerte impulso adicional al 'billete verde', al tiempo que los índices bursátiles de Nueva York ya están nuevamente en máximos de todos los tiempos.

No obstante, el informe del mercado laboral estadounidense también ha arrojado un repunte de la tasa de desempleo, hasta el 3,6% del 3,5% anterior, lo que podría desatar "una corrección bajista" en el dólar avisa Adrián Aquaro, analista de Trader College. Los pares principales lucen agotados en sus tendencias de corto plazo actuales, y "a la moneda norteamericana se le hará algo duro quebrar niveles clave, como 1,0925 dólares en el euro/dólar, 110,30 del dólar/yen, o 1,2830 en la libra/dólar". "Estos cruces, que son los más emblemáticos del mercado de divisas, se están moviendo casi en línea, señal clara del dominio que el dólar ejerce sobre el resto de las monedas en estos días", redondea el analista.

Los expertos de Bolsamanía indican que "lo más probable es que el euro ponga rumbo hacia el importante soporte que presenta en los mínimos de 2019 en los 1,0878 dólares". "Ese es el primero de los soportes de verdad, pero teniendo en cuenta que la tendencia de fondo sigue siendo claramente bajista, tan solo hay que observar el canal por el que se está desplazando el cruce desde verano de 2018, no descartaremos que pueda terminar buscando en el medio plazo la base del mismo, ahora en los 1,0760. Por no hablar del importante soporte que presenta en el hueco alcista de los 1,0725 dólares", remata José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.

LA LIBRA, DE CAMINO A CERRAR SU PEOR SEMANA DESDE DICIEMBRE

El euro no es la única moneda que muestra debilidad esta jornada. La libra también ha alcanzado mínimos anuales, en las inmediaciones de los 1,29 dólares y se encamina hacia su peor semana desde las elecciones británicas, ya que los inversores vuelven a descontar el riesgo de que Reino Unido no pueda llegar a un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) en los 11 meses restantes del período de transición del Brexit. Frente al euro, la moneda de Reino Unido presenta pocos cambios, por debajo de las 0,85 libras.

El primer ministro, Boris Johnson, ha dicho que el país no obedecerá las regulaciones del bloque, estableciendo una postura firme sobre las próximas negociaciones. Algunos analistas apuntan a que esta cerrajón le da al país una posición más débil frente a su mayor mercado de exportación.

Los inversores están nerviosos por la línea dura que Johnson está adoptando en las conversaciones con la UE, que deben concluirse antes de fin de año para evitar una ruptura potencialmente disruptiva en las relaciones comerciales.

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