Los mercados, en vilo frente a una inflación que se espera desbocada
El dólar sigue con su tremenda fortaleza en todos sus frentes, en especial ante el yen, que se cambia de manos en mínimos desde junio de 2015 y apunta a más caídas hasta el extremo que las autoridades niponas han alertado de la debilidad de la divisa. El euro vuelve a ceder los 1,09 dólares y encadena 13 días de caídas, mantiene su tendencia bajista mientras los expertos esperan alguna señal del Banco Central Europeo (BCE) de que seguirá normalizando su política monetaria. La moneda estadounidense ha moderado su auge este martes y se estabiliza ante sus rivales aunque sin ceder terreno.
En el impulso del dólar ha influido el rendimiento del Tesoro de EEUU a 10 años, que subió el lunes a un nuevo máximo de tres años, al 2,78%.
En este contexto, el yen vuelve a caer, esta vez a mínimos de casi 7 años en 125,755 yenes por dólar; contra el euro se cambia de manos en 136,40 yenes. La moneda nipona se mantiene bajo presión tras la ampliación de la base monetaria dispuesta por el Banco de Japón dos semanas atrás, pero también por la propia fortaleza del dólar. "En este caso, el petróleo deja de impactar en el yen, dado que su precio ya se ubica cerca de sus niveles anteriores a la guerra en Ucrania. El aumento del petróleo suele impactar de lleno en el yen, dado que Japón es importador neto de la materia prima", explica Adrián Aquaro, fundador de Trader College.
"Existe un claro riesgo a corto plazo de que la debilidad del yen se acelere cuando el dólar/yen finalmente rompa el máximo del ciclo anterior y se dirija rápidamente hacia el nivel de 130,00 yenes, lo que podría desencadenar una mayor preocupación por parte de los responsables políticos japoneses", indican los expertos de MUFG por su parte.
La tendencia se ha visto alimentada por la publicación hoy del último informe del IPC de EEUU correspondiente a marzo, ya que ha reforzado las expectativas de que la Reserva Federal acelere el endurecimiento de la política monetaria con una subida de 50 puntos básicos y el inicio de la reducción del balance en la próxima reunión del FOMC, el 4 de mayo. La lectura de la tasa de inflación ha superado las previsiones de los analistas y ha alcanzado el 8,5% en marzo, máximo desde diciembre de 1981.