Los expertos prevén recortes de tipos de la Fed en la segunda mitad del año
2020 apunta a un cambio de tendencia en el mercado de las divisas, si la incertidumbre política y las tensiones entre EEUU e Irán lo permiten. Tras dos años de reveses para el euro, la moneda europea disfruta de un renovado optimismo inversor y es una de las apuestas favoritas de las casas de análisis para 2020, que auguran un rally que podría ser del 3,5% contra el dólar, según algunas predicciones. Las apuestas alcistas para la moneda comunitaria sobresalen entre las operaciones favoritas de Morgan Stanley, UBS o Credit Agricole y los mercados de opciones también apuntan a una mejora de la confianza en la divisa compartida. El consenso dibuja un peor entorno para el dólar.
"El euro es particularmente sensible a las mejoras del crecimiento global", señala Stephen Innes, estratega de Axitrader Limited. "Con el optimismo comercial y la firma del tratado de fase uno con China a las puertas, la economía global se acelerará el año próximo y la dinámica de la divisa europea se volverá positiva", añade. Entre las predicciones de cara al próximo año, una encuesta de 'Bloomberg' sitúa a la moneda, en su cambio contra el dólar, en los 1,16 dólares a doce meses vista y Monex Europe eleva la previsión hasta los 1,17 dólares.
En cambio, también hay quien lleva la contraria, como Rabobank que ubica, en diciembre próximo, al euro no muy por encima de sus niveles actuales al cierre de este año, en 1,13 dólares. Con todo, el giro es claro, después de que entre 2018 y 2019 haya perdido más de un 7% de su valor. Para los analistas de la entidad holandesa, "la geopolítica dejará notar su garra en los próximos meses" y buena muestra de ello ha sido la escalada del conflicto entre EEUU e Irán de este viernes, tras el ataque ordenado por el presidente Donald Trump al aeropuerto de Bagdad en el que ha muerto el general iraní Qassen Soleimani. Así las cosas, en Rabobank insisten en que el riesgo para el crecimiento no se ha despejado.
Los últimos datos macro han sido buena muestra de ello, con el sector manufacturero alemán todavía en contracción. Pero "si la industria vuelve a enviar señales positivas, unido al panorama positivo en la guerra comercial, tenemos razones para pensar que Alemania volverá al crecimiento", apuntan los expertos de Monex Europe, ya que "la economía del motor de la Eurozona alcanzará un punto de inflexión en el primer trimestre", después de haber evitado la recesión técnica en el ejercicio pasado.
LA DEBILIDAD DEL DÓLAR, EL GRAN TEMA
Sin embargo, los expertos de la compañía de cambio de divisas británica hacen hincapié en que el músculo del euro se deberá a la debilidad del dólar, "uno de los grandes temas para las divisas en 2020", declaran. "La paulatina depreciación de la moneda será fruto de una ralentización de la macro y de un giro acomodaticio de la Reserva Federal de EEUU (Fed). La previsión de Monex Europe es que la demanda del 'billete verde' como activo refugio perderá fuerza, lo que permitirá a las monedas, tanto del G10 como emergentes, apreciarse ante este divisa.
La fortaleza del dólar fue un tema recurrente en 2019. La moneda de EEUU experimentó varios períodos de excepcional rendimiento, durante los que las únicas monedas principales que lograron ganarle la partida lo hicieron debido a efectos domésticos. Los dos impulsores clave del apetito por el 'billete verde' fueron el crecimiento económico de EEUU y la demanda de activos estadounidenses como un refugio seguro en medio de las tensiones con China.
En cambio, este año "ambos factores se desvanecerán a medida que disminuyan las tensiones comerciales y la economía estadounidense comience a abandonar su excepcional ritmo", aseguran los economistas de la entidad británica. Opinan que el gasto del consumidor de EEUU seguirá siendo fuerte, lo que evitará la recesión, pero "sostener las tasas de crecimiento de 2019 requeriría un fuerte aumento de la inversión y contratación empresariales desde los niveles actuales", que no ven posible.
Por otra parte, prevén que la Fed acabé la revisión de su política actual y presente sus concusiones en el primer semestre. El banco central ha asegurado que, por el momento, no tocará los tipos desde los niveles actuales, sin embargo, al igual que otras casas de análisis, creen que en la segunda mitad se embarcará en un ciclo de recortes de tasas, lo que significará que "la divergencia en la política monetaria no actuará como un motor del dólar, como sí lo ha hecho en el pasado reciente".
Los expertos de Rabobank, sin embargo, llevan la contraria, una vez más, ya que "el resto de bancos centrales también se verán forzados a proveer las economías de unas condiciones de estímulo". Por lo tanto, "prevemos que la devaluación del dólar hacia finales del año próximo quede amortiguada", argumentan. No obstante, sí coinciden en que el banco central va a bajar tipos "agresivamente".
LA LIBRA SEGUIRÁ DANZANDO AL SON DEL BREXIT
Pero en general sus previsiones a un año vista reflejan su posicionamiento bajista para el 'billete verde' contra todas las divisas principales, entre las que destaca la libra. La moneda británica acabará el año en 0,83 libras contra el dólar, según los economistas de la entidad holandesa, mientras que Monex Europe vaticina que se cambie en 1,40 dólares a finales de año.
Coinciden casi todos los analistas consultados en que este año "traerá poco alivio en los temas relacionados con el Brexit", ya que las negociaciones comerciales entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) dominarán gran parte del panorama político en los próximos meses. A corto plazo, cierta cantidad de optimismo y alivio impulsarán a la moneda de Reino Unido, pero el rally de la divisa que los mercados esperan para 2020 "dependerá de cómo reacciona la economía a la eliminación del riesgo del Brexit sin acuerdo, así como a la evolución de las conversaciones con Bruselas", indican desde Monex Europe.
Si las conversaciones son difíciles, un Brexit duro volvería a estar sobre la mesa para a fines de 2020. "Esto podría generar un fuerte potencial a la baja para la libra y también podría actuar como un lastre para el euro", apostillan por su parte los analistas de Rabobank.