Degussa defiende el oro frente a las criptomonedas porque es "menos volátil"

“Las criptomonedas es un mercado que busca crear un dinero mejor”, asegura Polleit, que añade que el sistema actual cuenta con varias deficiencias económicas. “Es un dinero primitivo y hace mucho daño a la sociedad. Causa crisis, por ejemplo, devalúa los ahorros de por vida de las personas…”, apunta. Por lo que explica que están trabajando en una mejor solución para ello.

Además, apunta que las criptomonedas actuales trabajan con diferentes formas de descentralizar el dinero ahora con la tecnología blockchain. “No sé dónde conducirá esta competencia y no sé quién va a lograrlo, pero es un proceso saludable, sobre todo para el inversor”, asegura Polleit.

Sin embargo, matiza que hoy en día es “muy difícil” decir cuál es el valor de estas criptomonedas, porque “es pura especulación”. Podrías hacerlo, pero no eres realmente un inversor, eres un especulador. “¿Cómo y a qué precio comercializará el bitcoin el próximo mes? No lo sé. El oro es diferente, es menos volátil”.

Polleit señala que el oro es un activo seguro ante cualquier movimiento del mercado. Para Degussa este 2018, el oro estará entre los 1.248 dólares, en su nivel más bajo, un 7% por debajo del valor actual, y los 1.472 dólares, su nivel más alto, un 10% por encima de los 1.340 dólares actuales, y que significa volver a los máximos de 2013.

Ante esto, Polleit ha señalado que el oro no es caro o barato, sino que “es un valor seguro”. Por esto, el economista jefe de Degussa considera que volver a tener oro es un seguro, ya que los caprichos del papel moneda no respaldan ningún auge en el mercado. De hecho, señala que el precio actual del oro parece ser relativamente barato: “El oro equivale a un seguro en la cartera con potencial de valor alcista”, añade Polleit.

Por lo que respecta a la política monetaria, el economista jefe de Degussa explica que seguirá siendo expansiva, por lo que es “probable que los precios de los activos, como, por ejemplo, las acciones y los precios inmobiliarios reales suban aún más para ser seguidos por una mayor inflación de los precios al consumidor; ambos acontecimientos provocan la erosión del poder adquisitivo del dinero”.