Los expertos reclaman acción al banco central a la vez que reconocen sus dificultades
El euro se halla bajo una inmensa presión por la tormenta perfecta desatada en la zona euro entre la inflación, los temores de recesión, la guerra en Ucrania y la enorme fortaleza del dólar. El motor principal de la caída de este 5 de julio a mínimos de 20 años de una moneda que ya ha se ha depreciado un 9% este año contra el 'billete verde' es la lenta marcha del Banco Central Europeo (BCE) hacia la normalización de su política monetaria y el contraste ante el ritmo casi frenético de la Reserva Federal de EEUU (Fed) de subidas de tipos. Sin embargo, los expertos reconocen que la entidad presidida por Christine Lagarde se halla en una tesitura imposible.
"El BCE se encuentra entre la espada y la pared, ya que necesita subir los tipos de interés para atajar la inflación e impulsar su moneda y, al mismo tiempo, apoyar a unas economías en dificultades que apenas se están recuperando tras dos años de problemas relacionados con la pandemia", comenta Walid Koudmani, analista jefe de XTB. "Se espera una subida de tipos por parte del BCE en un futuro próximo, pero será esencial ver cómo reaccionan los mercados a las actas del BCE de esta semana, que se publicarán el jueves, ya que parece que la confianza general en la moneda del mercado único sigue disminuyendo", avisa este analista.
"Ha habido una creciente divergencia entre el BCE y la FED, que ha conseguido aumentar agresivamente los tipos de interés últimamente en un esfuerzo por atajar la inflación, mientras que su homólogo europeo ha tenido que ser más pasivo, ya que sigue recelando de los peligros reales de ralentización de la economía en un momento en el que el conflicto entre Rusia y Ucrania está provocando un repunte de los precios de la energía y de la inflación en general", añade Koudmani.
Sin embargo, la calma del organismo europeo enerva a otros observadores de mercado. "A menos que el BCE se ponga las pilas, el euro llegará a la paridad contra el dólar”, exclama Neil Wilson, analista de Markets.com. "El euro está en una situación desesperada, ya que los bancos centrales están muy lejos de su objetivo y ahora tienen un problema aún mayor en términos de fragmentación", destaca.
Mientras tanto, el PMI de servicios de la Eurozona ha caído a su nivel más bajo en 16 meses y ha indicado que el crecimiento está cayendo rápidamente. "La recesión parece inevitable", reconoce el experto, y es el temor a que las condiciones económicas se vuelvan adversas lo que puede limitar la capacidad del banco central para endurecer la política monetaria. El índice económico Sentix de julio mostró el lunes que la moral de los inversores en la zona euro de 19 países ha caído a su nivel más bajo desde mayo de 2020, lo que apunta a una recesión "inevitable".
"El BCE está acostumbrado a reaccionar, aunque de forma creativa, en tiempos de crisis, pero tomar la iniciativa es innegablemente más creíble y eficaz” afirma Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors (Allianz GI), por lo que asegura que "el BCE no puede esperar más". La subida de tipos en julio, en principio de 25 puntos básicos está garantizada, según la reunión del mes de junio.