Recortes del 3% en la bolsa nipona y del 2% en Hong Kong
El Nikkei encabeza el amplio retroceso de los parqués asiáticos en este arranque semanal, causado por una huída de los inversores a la renta fija, en medio de fuertes temores de recesión global. El índice de referencia de la bolsa nipona cede un 3%, su mayor desplome en tres meses, mientras las caídas en el resto de las bolsas del continente oscilan sobre el 2%.
Estas caídas sigue a una venta masiva en Wall Street el viernes, ya que la curva de rendimiento de los bonos se invirtió por primera vez en doce años, lo que aviva los temores de una recesión económica en el horizonte. Los decepcionantes datos económicos publicados el viernes en Europa, junto con el giro acomodaticio de la Reserva Federal (Fed), se han sumado a estas preocupaciones.
El rendimiento del bono americano a 3 meses repuntó hasta el 2,45%, mientras la rentabilidad del bono a 10 años cayó con fuerza hasta el 2,43% y los inversionistas consideran que esto es una señal de que una recesión está en ciernes.
Así, las bolsas de la China continental, los compuestos de Shanghai (-1,97%) y Shenzhen (-1,61%) se han dejado cerca de un 2% de media, al igual que el Hong Seng de Hong Kong (-2,03%). Las caídas del Kospi (-1,92%) surcoreano se acercan también a este porcentaje, mientras que en las bolsas del Pacífico el rojo es menos intenso y el ASX200 cede un 1,11%, mientras que el NZX50 de Nueva Zelanda lo hace un 0,33%. Tailandia, Singapur y el resto de parqués regionales acabar la sesión con recortes de entre un 1% y un 1,5%.
JAPÓN, LEJOS DEL OBJETIVO DE INFLACIÓN
Al pesimismo generalizado se suma que en Japón, los datos macro del viernes pasado también mostraron que la inflación se desaceleró en febrero, lo que deja a su banco central en una situación difícil. El Banco de Japón ha luchado contra el IPC bajo durante años y su tasa objetivo del 2% sigue siendo difícil de alcanzar a pesar de los intentos por acelerar el crecimiento de los precios.
"No creo que nadie vaya a sorprenderse si sugiero que la inflación en Japón nunca alcanzará este objetivo, al menos no sin ayuda externa de, por ejemplo, un aumento del impuesto al consumo (aunque eso es algo más que no creo "Ahora suceda, ya que la economía no es lo suficientemente fuerte)", apunta Robert Carnell, economista jefe de ING.