Los inversores continúan sin sacudirse la incertidumbre sobre el conflicto comercial
Los mercados asiáticos cerraron la sesión del lunes en rojo, con los inversores mostrando un nivel de preocupación alto, pero estable, sobre las tensiones comerciales que ahondan a orillas del Atlántico.
En Australia, el ASX200 cerró con caídas del 0,24%, lastrado por el mal comportamiento de su sector financiero (-0,80%). Los títulos del gigante Commonwealth Banck se dejaron un 2,30% tras el anuncio de renuncia a sus negocios de administración de patrimonio y corretaje de hipotecas, así como de revisión estratégica de su negocio general de seguros, donde se contempla una posible venta. Además, la entidad hizo públicos este lunes varios cambios en su equipo ejecutivo. El sector energético puso la nota positiva a la jornada, con una subida de casi el 2% gracias al apoyo de las principales petroleras. Los títulos Oil Search Ltd (+1,92%) y Woodside Petroleum Ltd (+1,54%) lideraron las subidas.
En Japón, el Nikkei 225 cayó un 0,79%, mientras que el Topix se dejó un 0,91%. Más al oeste, el Kospi coreano rubricó la sesión plano (+0,03%), mientras que en Hong Kong, el índice Hang Seng acabó cerrando en rojo (0,94%) tras un inicio de jornada prometedor. Por último, el compuesto de Shanghai perdió un 0,81%, mientras que el de Shenzhen finalizó la sesión con pérdidas del 0,88%.
Este domingo, el presidente Donald Trump continuó con su mensaje amenazante y aseguró al resto de países que plantear medidas en contra de productos estadounidenses tendrá como resultado una respuesta equivalente desde la Casa Blanca. Además, según publica CNBC, el presidente habría solicitado la semana pasada al Representante de Comercio de los EEUU que identificara productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares para aplicarles posibles aranceles adicionales del 10%. Sin embargo, el medio estadounidense asegura que algunos representantes de la Administración de Trump estarían tratando de retomar las conversaciones con el gigante asiático y tratar de evitar una sucesión de ataques que podría dañar gravemente la economía.