ALCORCÓN, 5 (EUROPA PRESS)
El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Alcorcón ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del municipio una denuncia contra la alcaldesa, Natalia de Andrés, por un presunto delito de odio por pedir el "aislamiento social" de esta formación.
La misma demanda que elevará también a la Fiscalía. "Lo hacemos porque la petición pública que hizo la regidora ataca y señala gravemente a los votantes, simpatizantes y afiliados de Vox y no lo vamos a consentir", ha subrayado el portavoz de la formación, Pedro Moreno.
En la denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, Vox hace referencia las declaraciones realizadas por la primera edil en el transcurso del último pleno donde, además, se les acusó de "negacionistas".
Moreno entiende que con su intervención en el Pleno, que "convirtió en un mitin político", De Andrés está "fomentado, promoviendo e incitando directa e indirectamente la discriminación" contra Vox.
"Le guste o no a la alcaldesa, ella es la representante de todos los vecinos, incluidos los votantes de nuestro partido, tercero en votos en la localidad en las últimas elecciones generales.
Por todo ello, el portavoz de Vox considera que las declaraciones de la regidora encajan "perfectamente" con el artículo 510 del Código Penal, en el que se incluyen penas de prisión de hasta uno o cuatro años "a los que públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquél".
"Nosotros seguiremos sin escondernos, defendiendo lo que creemos, que es lo que cada vez más gente apoya, y a pesar de que desde el Pleno Municipal se nos señale para que otros ejecuten destrozándonos el grupo municipal con pintadas, rompiéndonos los cristales, y vaciándonos extintores dentro del grupo", ha añadido Moreno.
De esta forma, ha hecho referencia al ataque sufrido en su sede, al igual que pasó en la de Ciudadanos, hace dos semanas; suceso por el que desde el Ayuntamiento expresaron su "más enérgica condena", insistiendo en que "en una democracia no tienen cabida los discursos de odio".