La condena se daba por hecha tras lo ocurrido con Carme Forcadell
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado a un año y ocho meses de inhabilitación y a una multa de 30.000 euros a los exmiembros de la Mesa del Parlament que presidió Carme Forcadell. Les acusa de un delito de desobediencia al Tribunal Constitucional al impulsar las leyes soberanistas del 1-O.
En concreto, ha resultado condenados Lluís Corominas, Anna Simó, Lluís Guinó y Ramona Barrufet por un delito de desobediencia, al haber permitido la tramitación de las denominadas leyes del 'procés'. Por su parte, la exparlamentaria de la CUP Mireia Boya ha resultado absuelta.
De esta forma, la sentencia recoge casi en su totalidad las tesis de la Fiscalía, que pedía 20 meses de inhabilitación a los exvicepresidentes y exsecretarios del Parlament Simó (ERC), Barrufet, Corominas y Guinó (PDeCat), pero no condena a Boya al entender que no fue advertida nominalmente ni ocupaba una posición compatible con el delito de desobediencia.
Corominas, Simó, Guinó y Barrufet ya fueron juzgados el pasado mes de julio y estaban pendientes de la posible condena a inhabilitación para ejercer cargos públicos, algo que se daba por descontado después de que Carme Forcadell fuese condenada por el Supremo a 11 años y medio por un delito de sedición.
Todos ellos han sido inhabilitados dado que el Constitucional les advirtió de su obligación de impedir iniciativas que supusieran eludir su mandato, algo que hicieron al permitir la tramitación de las mencionadas leyes. De hecho, dos de ellas, la ley de referéndum y la ley de transitoriedad jurídica, fueron aprobadas por el Parlament los días 6 y 7 de septiembre del 2017 y después suspendidas por el alto tribunal.
Tras esta sentencia, sigue pendiente de juicio Joan Josep Nuet, también miembro de la Mesa en aquel momento, porque fue escogido diputado del Congreso y por tanto tiene la condición de aforado en el Tribunal Supremo.