EEUU y Rusia se suman a un pacto de alto al fuego en el suroeste de Siria

El presidente de EEUU y el líder ruso se han saludado este viernes por primera vez en el inicio de la cumbre del G-20 en Hamburgo, antes de que ambos mandatarios mantengan su primer encuentro oficial. Todo el mundo está pendiente de este encuentro, después de que Trump haya acusado de injerencia a Rusia en el conflicto de Ucrania y en las elecciones americanas. El mandatario estadounidense reconoció este jueves que Rusia pudo haber interferido en las elecciones de noviembre de 2016.

El primer apretón de manos se ha producido tras la llegada de los líderes al recinto donde tiene lugar la cumbre, según ha informado el portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov a la agencia Tass. "Se han dado la mano y han dicho que se van a reunir aparte y pronto", ha dicho Peskov.

Trump ha declarado a través de las redes sociales que "espera con ganas todos los encuentros con los líderes mundiales", "incluido el de Vladimir Putin", ha dicho, "hay mucho que discutir", ha añadido.

TENSIÓN PREVIA A LA REUNIÓN

La reunión estaba programada al margen de la cumbre. “Instamos a Rusia a cesar en sus actividades de desestabilización en Ucrania y en otros lugares, y su apoyo a regímenes hostiles, incluyendo Siria e Irán, y a ocupar su lugar en la comunidad de naciones responsables en nuestra lucha contra los enemigos comunes y en defensa de la civilización misma”, declaró el presidente de EE.UU. en Varsovia.

El Kremlin maneja la política exterior rusa sin interferencias y con un amplio respaldo de la población incluso en asuntos difíciles -Ucrania, Siria o el aislamiento-, mientras que en EEUU senadores y congresistas están recortando la capacidad de maniobra de su presidente respecto a las sanciones y le están investigando con sus vínculos rusos.

El presidente de Estados Unidos instó a Rusia a "unirse a la comunidad de naciones responsables en nuestra lucha contra los enemigos comunes y en defensa de la propia civilización". Pero, sin culpar directamente a Rusia, también advirtió que los intereses occidentales estaban siendo probados por "propaganda, crímenes financieros y guerra cibernética".

El encuentro de Trump y Putin será clave en la evolución de los conflictos de Ucrania y Siria. Las relaciones entre la Casa Blanca y el Kremlin se complican además por las acusaciones de que Rusia interfirió en las presidenciales estadounidenses del 2016 y las posibles conexiones rusas del entorno de Trump. "Creo que pudo ser perfectamente Rusia- quién influyó en en las elecciones-. Pienso que también pudo haber otros países" dijo Trump en Varsovia.

También es probable que se enfrenten a la exitosa prueba de misiles balísticos de Corea del Norte y al uso de armas químicas del presidente sirio Bashar al-Assad.

YA HA HABIDO REUNIÓN CON MERKEL

La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han mantenido este jueves un encuentro bilateral previo a la reunión del G20. Durante una hora, Merkel y Trump han hablado de temas de actualidad internacional como la última prueba de misiles en Corea del Norte, las tensiones en Oriente Próximo o el conflicto de Ucrania, según fuentes del Gobierno alemán citadas por la agencia DPA. Dichas fuentes no han aclarado si también han tratado asuntos polémicos como la lucha contra el cambio climático.

Por su parte, la Casa Blanca ha informado de que han hablado, además, de la necesidad de rebajar las tensiones entre Qatar y algunos de sus países vecinos, liderados por Arabia Saudí.

Por otro lado, esta reunión es importante entre otras cosas porque los miembros del G-20, los 19 países más ricos de la Tierra más la Unión Europea, aglutinan el 70,4% del PIB mundial y el 21,1% de la deuda, según los datos que aporta el Banco Mundial. En el G-20 está representada el 60% de la población y su PIB per cápita es casi 2.000 dolares superior al del total del mundo.

PROTESTAS EN HAMBURGO

Una concentración convocada este jueves en Hamburgo contra las políticas de los países del G20 terminó con enfrentamientos entre manifestantes y policías en los que las fuerzas de seguridad han utilizado cañones de agua y gases lacrimógenos.

La Policía esperaba que decenas de miles personas llegadas de varios países de Europa se sumasen a esta marcha, convocada por grupos anticapitalistas y bautizada como "Bienvenidos al infierno". Los organizadores alegan que el G20 ha fracasado al no atajar asuntos que amenazan la paz mundial.