El proyecto de ley violaría dos de los principios básicos de la Organización Mundial del Comercio
Trump vuelve a estar en el ojo del huracán. El presidente de Estados Unidos habría encargado a su gobierno un proyecto de Ley para que la Casa Blanca pueda legislar medidas comerciales sin el respaldo del Congreso. Así lo anunció Axios el pasado fin de semana, en lo que sería la clara intención de Trump de abandonar el WTO (Organización Mundial del Comercio).
Pero con lo que ha vuelto a liarla el presidente es con el nombre de la ley: el proyecto se llamaría 'United States Fair and Reciprocal Tariff Act', abreviado en las siglas 'FART' (flatulencia en inglés). Los comentaristas en Washington sostienen que es una falta de respeto a sus enemigos en la guerra comercial o un indicador de que Trump se lo toma a broma, dadas las pocas probabilidades de que la norma salga adelante.
El proyecto de ley violaría dos de los principios básicos de la Organización Mundial del Comercio
Con todo, la ley FART daría a Trump el poder de negociar cara a cara y uno por uno con cualquier país, violando así dos de los principios básicos de la Organización Mundial del Comercio.
El primero de ellos sería el de la "nación más favorecida" que estipula el hecho de que los países no pueden imponer aranceles distintos a diferentes países al margen de los acuerdos de libre comercio.
El segundo principio se refiere a los "aranceles consolidados", es decir, a los límites arancelarios que cada país de la OMC ha acordado en negociaciones previas. "Sería el equivalente a abandonar la OMC y nuestros compromisos sin notificarnos su retiro", ha afirmado una fuente familiarizada con el tema a 'Marketwatch'. "La buena noticia es que el Congreso nunca le daría esa autoridad al presidente", destaca.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walters, afirmó en declaraciones a Axios: "No es ningún secreto que Trump está frustrado por el desequilibrio arancelario que pone a EEUU en desventaja. Le pidió a su equipo que desarrollara ideas para remediar esta situación y crear incentivos para que los países reduzcan sus aranceles", concluye.
Diane Swonk, economista jefe de Grant Thornton, aseveró en Twitter que "la amenaza y otras acciones contra el comercio alimentarán la incertidumbre global, que eventualmente socavará el crecimiento en el extranjero y dejará vacíos geopolíticos".