Arremete contra los "irresponsables" que ni tan siquiera quieren permitir abrir el debate de los Presupuestos en el Congreso
El socialista Pedro Sánchez se ha reivindicado este sábado como el presidente que desalojó la "resignación" del Palacio de La Moncloa e introdujo "esperanza", demostrando ser capaz de formar en tan sólo unos pocos días un Gobierno competente que gestiona el país "con sentido común" frente a la "política pendenciera" de PP y Ciudadanos.
En un acto en Fuenlabrada, bastión socialista, para proclamar a los candidatos del PSOE a la presidencia de las Comunidades Autonónomas, Sánchez ha presentado como una de las fortalezas principales de su partido la capacidad de gobernar "en coalición" con la sociedad, como prueba, a su juicio, la decisión de su Gobierno para que desde este mismo sábado sea la banca y no el cliente quien pague el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, vinculado a la contratación de una hipoteca.
"La sociedad española fue solidaria con la banca y la solidaridad es recíproca", ha sentenciado en una intervención en la que también ha sacado pecho del compromiso de su Gobierno para que "en 2019, después de muchos años de espera" no haya en España "un mausoleo en homenaje a un dictador", en relación con los planes del Ejecutivo de sacar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos.
Frente a quienes piensan que su Gobierno tiene ante sí un reto sumamente complejo para gobernar el país con tan sólo 84 diputados, Sánchez ha presumido de lo mucho que a los socialistas les "gusta" y les "pone" asumir tareas "difíciles y complicadas".
Sánchez ha admitido que cuando en mayo pasado decidió presentar la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy aquello "tenía pinta de que no iba a salir", pero pasado el tiempo se ha demostrado, ha subrayado, que "en la vida y en la política, hay ocasiones en las que no hay que mirar el coste o el beneficio, hay que hacer lo que se debe".
Y una vez en La Moncloa, él y el gabinete de ministros que conformó han demostrado ser capaces de ofrecer "certidumbre" a la ciudadanía. "Acertamos, demostramos que estamos preparados", como sólo puede hacer un partido que cuenta "con experiencia y equipos", ha remarcado, antes de sostener, en un guiño al centro político, que su Ejecutivo aplica "antes el sentido común que la ideología".
CONFUNDEN DISCREPANCIA CON CRISPACIÓN
Con la intención de situar a PP y Ciudadanos lejos de este centro y radicalizados hacia la derecha, Sánchez ha acusado a estas dos formaciones de confundir "discrepancia con crispación". "Es lógico que intenten desgastar al Gobierno, pero no a costa de la convivencia social", les ha reprochado antes de avisar de que el PSOE no va a "participar de esa política pendenciera".
Al contrario, el Ejecutivo de Sánchez está concentrado en sentar las bases de la gran transformación que, a su juicio, necesita España y que pasan por mejorar la educación, el mercado de trabajo, abrir el debate sobre cómo financiar el Estado de Bienestar, poner en marcha políticas ecológicas y afrontar una reforma de la Constitución que reconozca más derechos y garantice "la unión de los pueblos de España".
Antes de que tomara la palabra Sánchez, intervinieron uno a uno los cabeza de lista socialistas a las próximas elecciones autonómicas. Ha sido en este momento cuando más se han notado las ausencias a la cita de Fuenlabrada, donde previo al acto se celebró el primer Comité Federal del partido desde que Sánchez es presidente.
Faltaron los candidatos y presidentes de Andalucía, Susana Díaz, que tenía agenda en su Comunidad este fin de semana; Aragón, Javier Lambán, recién llegado de un viaje a China; Extremadura, Guillermo Fernández Vara; y el secretario general de Castilla y León, Luis Miguel Tudanca.
Sí estuvieron presentes en cambio los presidentes de Baleares, Francina Armengol; Comunidad Valenciana, Ximo Puig; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, los candidatos en el resto de gobiernos que no lideran los socialistas, así como los secretarios generales de los socialistas en Galicia, Gonzalo Caballero; País Vasco, Idoia Mendia y Cataluña, Miquel Iceta, pese a que estos tres territorios no celebran sus comicios en mayo próximo.
Precisamente Mendia e Iceta han sido los dirigentes más aplaudidos, detrás de Sánchez, por el millar de cargos, militantes y simpatizantes del PSOE que se han congregado en el Polideportivo del Arroyo de Fuenlabrada.
Los asistentes han aplaudido a Mendia puestos en pie cuando ella ha recordado que en Euskadi celebran este sábado el Día de la Memoria en recuerdo a los más de 800 asesinados por la banda terrorista ETA. Tanto Mendia como Iceta --a quien también ha aplaudido el público en pie-- han hecho llamamientos en favor de la "convivencia" entre los distintos territorios de España y la "pluralidad" del país.
"¡PEDRO, SIGUE!", EL GRITO DE ICETA
"Le digo a Pedro y a su Gobierno que sigan en el camino que están recorriendo. La gente (en Cataluña) nos pide: ¡Pedro, sigue!", ha revelado Iceta, para quien la llegada del líder socialista a La Moncloa ha llevado "la luz" a Cataluña, donde algunos querían pintar una imagen "siniestra" de España.
Pero más allá de afirmar que a él le pone gobernar en condiciones difíciles, Sánchez no ha hecho en su discurso referencia alguna a su intención de agotar o acortar la legislatura.
Tan sólo ha admitido implícitamente no tener atados aún los apoyos para superar el primer debate que los Presupuestos Generales del Estado pasarían en el Congreso, el de las enmiendas de totalidad, cuando se ha quejado de los "irresponsables que ni tan siquiera quieren permitir abrir el debate" de los Presupuestos, que el Gobierno tiene intención de presentar en diciembre.
Tampoco ha habido una sola referencia por parte de Sánchez a las elecciones generales, ya que Sánchez sólo se ha mostrado convencido de que los socialistas van a ganar las próximas elecciones en Andalucía el 2 de noviembre y las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo porque el partido tiene "proyecto político" y ha entendido que "la nueva política no es imponer, sino acordar".