Achaca a Francia que no presione para avanzar en la infraestructura que conecte con España
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado que "cuesta mucho avanzar" con Francia en materia de interconexiones energéticas, como la histórica conexión de gas por los Pirineos que permitiría a España exportar al resto de Europa un mayor volumen del gas que almacena.
Ribera ha defendido que "no puede ser" que la presión para acelerar esta infraestructura de interconexión se quede de los Pirineos para abajo, cuando son precisamente los países de esta cordillera para arriba los que más lo necesitan.
"Del mismo modo que llevamos penando para conseguir acelerar las interconexiones eléctricas, lo que no puede ser es que la presión para acelerar esta infraestructura se quede de Pirineos para abajo, porque al otro lado del Pirineo se necesita una inversión bastante cuantiosa para conectar esa tubería de gas al sistema troncal", ha precisado en un foro organizado por 'La Vanguardia' y EY.
Esta conexión quedó aparcada hace años por la Comisión Europea al considerar que no era rentable. Sin embargo, la necesidad que tiene ahora Europa de 'independizarse' del gas, petróleo y carbón ruso ha provocado que el continente busque nuevas alternativas para satisfacer sus necesidades energéticas.
La ministra ha vuelto a incidir en que la construcción de este tubo entre ambos países sea financiada por Europa, puesto que los españoles ya pagan por el sistema de regasificación que le permite al país tener reservas acumuladas de gas y encontrarse en una situación más flexible que otros países como Alemania, cuya dependencia de Rusia es muy alta.
Ribera también ha precisado que, en caso de recuperarse el proyecto de interconexión por los Pirineos, la infraestructura quede preparada, además de para el gas, para transportar otros productos que cobrarán una mayor importancia en el futuro, como el hidrógeno, para no tener que construir tubos adicionales.
Respecto a las medidas que se pueden tomar en el corto plazo para paliar los efectos de la crisis energética en la que lleva inmerso el continente casi un año y que ahora se ha agravado por la guerra en Ucrania, la ministra espera que los próximos días 24 y 25 de marzo el Consejo Europeo tome una decisión para que los países puedan desvincular del gas la fijación del precio eléctrico.
Ribera se ha mostrado optimista respecto a esa decisión europea y ha mandado un mensaje de "tranquilidad", asegurando que el Gobierno seguirá aprobando medidas o ampliando las ya existentes como la suspensión del corte de suministros, la ampliación de los bonos sociales o la reducción de impuestos, para contener el impacto.
"Es difícil intervenir o determinar el precio del gas, porque depende de mercados internacionales, nosotros ni producimos ni marcamos el precio, pero no tiene sentido aceptar que eso contagie al precio de la electricidad", ha añadido.