El president volverá a reclamar el referéndum para Cataluña en el discurso inicial del debate sobre la cuestión de confianza
Cataluña vive otro de esos momentos históricos que se ha aficionado a brindar en los últimos años. El Parlament se enfrenta, por primera vez en su historia, a una cuestión de confianza y lo hace para reforzar la figura de Carles Puigdemont y volver a restaurar la solidez del bloque soberanista.
El president de la Generalitat usará este instrumento parlamentario para un triple propósito. El objetivo principal es volver a tender puentes con la CUP y restaurar el pacto de gobierno con los anticapitalistas ante los debates de política general y presupuestarios que el Parlament de Catalunya celebrará en las próximas semanas.
Por otro lado, se servirá de su discurso inicial para aclarar las dudas sobre la hoja de ruta del proceso de independencia de Cataluña y volver a mandar un mensaje al Estado español de que hay una mayoría parlamentaria clara que está a favor de que se celebre un referéndum sobre la secesión del territorio. También presentará los requisitos que este debe tener: que sea factible -con garantías y validez internacional- y vinculante para que tanto los partidarios del sí como los del no se sientan llamados a votar.
La hoja de ruta y la independencia, de nuevo en el epicentro de la política catalana
Para acabar, Junts pel Sí podrá separar el asunto soberanista del debate sobre política general de la próxima semana para que este no se vea diluido entre los temas más sociales. Asimismo, las dos fuerzas de la coalición Junts pel Sí, PDC y ERC, vuelven a situar de nuevo la hoja de ruta y la independencia en el epicentro de la política catalana y se valdrán del Parlament para reforzar la idea de que el compromiso del Govern es culminar el proceso separatista.
¿UNIDAD SIN FISURAS?
Sin embargo, a pesar de la sensación de unidad que se pretende dar, Junts pel Sí llega a esta cita con francas desavenencias en su seno sobre la celebración de este referéndum. De hecho, los recelos hacia esta votación han dominado el debate interno en el Partit Demócrata Català, que no quería volver a repetir un 9-N.
Pero Puigdemont se ha sabido rodear de un corpus técnico, dirigido por Carles Viver Pi-Sunyer que habría permitido al president vencer algunos de los impedimentos que Atur Mas, Francesc Homs y otros dirigentes del PDC ponían ante el referéndum.
De hecho, tal como recoge Nació Digital, las críticas en los últimos días han ido bajando de intensidad, y se han centrado en reclamar que efectivamente sea viable y que su resultado se pudiera aplicar. En privado, sin embargo, el medio explica que altos dirigentes del PDC insisten en que sería "un fracaso" emular la jornada de participación "con menos votantes". "Es imposible de repetir", recalcan.
Todas las dudas se aclararán en breve. Pi-Sunyer, al frente del Institut d’Estudis de l’Autogovern, el organismo que trabaja para articular el nuevo Estado catalán, ha sido uno de los principales asesores del president en las horas previas al debate. Según informaciones de Rac 1, la otra persona con la que más tiempo ha pasado Puigdemont en la antesala de su discurso ha sido con Oriol Junqueras, otro valedor del referéndum en el Govern.
Ambos son expertos en materia internacional y han estado trabajando en las vías para que el nuevo referéndum que se quiere llevar a cabo, haya acuerdo o no con el Estado, goce de reconocimiento internacional.