El presidente comparece en Moncloa este viernes
Mariano Rajoy aborda su último periodo como presidente del Gobierno en esta legislatura. Con las elecciones generales cada vez más cerca, y varios frentes abiertos, es momento de hacer balance de lo vivido en los últimos cuatro años: paro, corrupción, crisis, ecos de recuperación, y alguna que otra promesa incumplida.
Según el presidente, el mandato finaliza con una España en mejor situación que la que encontró en 2011 cuando llegó al Gobierno. La amenaza de rescate ya no es un problema español y palabras como 'prima de riesgo', tan escuchadas por aquellos años, ya no forman parte de la agenda informativa diaria.
El presidente comenzó su mandato haciendo una de las cosas que prometió no hacer: subir los impuestos
EL PARO, LA CORRUPCIÓN Y CATALUÑA SUS MAYORES FRENTES
Para Rajoy, los últimos datos publicados por la EPA consolidan su gestión. Lo cierto es que el presidente ha conseguido prácticamente 'empatarse' y situar la tasa de desempleo al final de su legislatura 22,37% - cuando fue nombrado presidente se situaba en el 22,85% -, tras alcanzar máximos históricos del 27%. No obstante, también existe otra lectura menos positiva, la que realiza la OCDE que sitúa a España como uno de los países con la peor tasa de desempleo.
Pero mientras el Gobierno habla de recuperación económica, la oposición habla de promesas incumplidas. Y es que el presidente comenzó su mandato haciendo una de las cosas que prometió no hacer: subir los impuestos. A partir de ahí Rajoy ha afrontado una de las legislaturas más complicadas para España.
La corrupción ha sido uno de los principales conflictos a los que ha tenido que hacer frente el presidente que ha visto en el que fue un aliado, uno de sus mayores enemigos: Luis Bércenas. El extesorero publicaba una presunta financiación 'B' de los populares e implicaba en ella a todos los miembros del partido incluido el propio presidente. A Bárcenas se le sumaron los escándalos de la Púnica, la trama Gürtel, el escándalo de Rato...Y otros tramas corruptas desvinculadas a su partido, pero no menos importantes, como la referente a los Pujol en Cataluña o los ERE en Andalucía.
Otro de los frentes de Rajoy es Artur Mas y su afán independentista. Una gestión en la que el presidente se juega mucho y a la que ha reaccionando con firmeza. Y es que el movimiento catalanista ha aumentado la presión y ha acelerado el paso y mientras el Ejecutivo de Rajoy ha dado por perdida cualquier posibilidad de diálogo. La estrategia ahora es cortar todo soporte jurídico que favorezca a la posición de Mas.
En los comicios autonómicos de mayo un nuevo panorama político nacía en una España de pactos, acuerdos y desacuerdos en los que los Gobiernos locales se alejaban de las mayorías
RAJOY DA LA CARA EN MONCLOA
Ahora, el presidente dará la cara en Moncloa este viernes, donde presentará las líneas de actuación de los Presupuestos Generales del Estado que según se ha avanzado acerca al Gobierno a los funcionarios - se prevé que confirme un aumento del 1% de su sueldo -. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, señalaba en una entrevista este jueves en Onda Cero el "esfuerzo" realizado por los funcionarios en los años de crisis; esfuerzos que el Gobierno pretende recompensar antes de los comicios generales.
Y es que para Rajoy reconciliarse con la sociedad española, que parece no llegar a notar en su día a día esa recuperación que desde el Gobierno se indica, es fundamental. Así, Rajoy también anunciaba recientemente el adelanto en la rebaja del IRPF prevista para 2016.
EL BIPARTIDISMO SE DISTANCIA DE LAS NUEVAS FORMACIONES
En los comicios autonómicos de mayo un nuevo panorama político nacía en una España de pactos, acuerdos y desacuerdos en los que los Gobiernos locales se alejaban de las mayorías. No obstante, parece que ese escenario no se va a repetir en las elecciones generales, donde los últimos datos recogidos por Metroscopia señalan que el binomio PP-PSOE continúa siendo la opción elegida para gobernar España, aunque eso sí, el PP pierde votos a favor del PSOE. Así, ambas formaciones estarían prácticamente empatadas con un 23,1% y un 23,5% respectivamente.
Ahora, con las elecciones generales a la vista, Mariano Rajoy, tiene una última oportunidad para revertir esa situación y volverse a situar como primera opción de voto de los españoles, algo que sin duda tratará de potenciar con su intervención de este viernes.
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