Las crisis internas y el auge de los nuevos partidos han golpeado a estas formaciones
Las encuestas electorales muestran un nuevo panorama electoral que, de confirmarse en las elecciones del próximo 20 de diciembre, supondría la desaparición del bipartidismo. La atención se ha centrado en la pérdida de votos de los dos grandes partidos, PP y PSOE, y el ascenso de los emergentes, Podemos y Ciudadanos. Pero hay otros dos partidos que también atraviesan un cambio significativo: Izquierda Unida (IU) y UPyD, a quienes los sondeos sitúan fuera del arco parlamentario.
Los dos partidos atraviesan una situación muy similar: los dos viven crisis internas y han visto cómo otro partido de ideología similar ha irrumpido en el panorama político. Óscar García Luengo, profesor de ciencia política en la Universidad de Granada, considera que la fuga de votos de estos partidos “es una mezcla” de estas dos razones,
En el caso de UPyD, tiene un peso especial “la versión extremadamente personalista de la fundadora, Rosa Díez”. “Además se ha visto compitiendo con fuerzas imprevisibles”, apunta García Luengo, ya que “la arena electoral donde compite Ciudadanos es la misma que UPyD”.
El partido magenta, además, ha perdido a algunos de sus miembros durante el último año. El caso más sonado ha sido el de Irene Lozano, que se ha unido a las filas del PSOE para formar parte de la candidatura de Pedro Sánchez. García Luenga cree que no será la única que se ‘fugue’ a otro partido, ya que en España “muchas figuras que se dedican plenamente a la política sólo encuentran la salida en alternativas políticas distintas y por lo tanto no hay una renovación real o es una renovación a pasos muy lentos”.
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En el caso de Izquierda Unida, el problema ha sido “que tiene un techo clarísimo”. “Tiene una base electoral sociológica limitada que no ha sabido ampliar y, sin duda, Podemos, en una utilización muy inteligente del concepto ‘ventana de oportunidad’ ha sabido acaparar y ha conseguido acaparar muchos votantes indecisos y, por supuesto, enfadados con los partidos tradicionales”, explica este analista.
"La situación es realmente imprevisible, incluso para los encuestadores"
Para el profesor de la Universidad de Granada, lo más interesante de cara a las próximas elecciones “es que es realmente imprevisible la situación, incluso para los encuestadores, que encuentran un contexto de explicación predictiva enormemente fluctuante e imprevisible, y eso hace que alguna forma cada vez sea más complicado determinar cuáles son las estimaciones de voto”.
En este sentido, señala que “la intención de voto declarada es cada vez más pequeña y, por tanto, el trabajo de cocina es cada vez mayor” en los resultados de las encuestas electorales. Así, se dan “más probabilidades de equivocarse y de acabar asignando votos donde no corresponden”, por lo que nada está decidido hasta el 20 de diciembre
¿QUÉ OCURRIRÁ EL 20 DE DICIEMBRE?
Además de las crisis internas y la aparición de nuevos partidos compitiendo por el mismo electorado, “el comportamiento electoral se explica muchas veces en función de una tendencia”, apunta García Luengo. En este sentido, “la tendencia es clarísimamente subida de Ciudadanos, que está prácticamente compartiendo intención de voto declarada con el PSOE” pero “quizá Podemos es el partido que más imprevisibles resultados va a sacar”.
La formación de Pablo Iglesias, “ha tenido un boom pero de pronto nos encontramos con que algunos de los votantes que manifiestan su falta de confianza con el sistema y los partidos políticos encuentran una salida en Ciudadanos”. Esta opción supe “una salida más moderada en términos ideológicos, que es quizá el lastre que arrastra Pablo Iglesias”.
De cara a las próximas elecciones, IU y UPyD se enfrentan a un escenario muy complicado. La pérdida de votos del PSOE apenas beneficia a Izquierda Unida que ni “en el peor escenario electoral del PSOE, ni siquiera cuando ese primer contrincante electoral se encuentra muy deteriorado, es capaz de reventar ese techo y conseguir una fuerza mayoritaria”.
"La estrategia que venía de inercia era pelear contra dos partidos principales"
“La verdad es que lo tienen complicado”, reflexiona García Luengo. “La estrategia que venía de inercia era pelear contra dos partidos principales”, pero ahora hay dos fuerzas más y sobre todo Izquierda Unida “ha sufrido mucho la aparición de Podemos”.
En este sentido, apunta que “la capacidad que tienen en este año tan convulso para reactivarse es muy complicada”. “Les toca esperar, mantener su apoyo en las cámaras y en las localidades donde tienen y ver cómo se acaba cristalizando el sistema de partidos después de las elecciones”, después de las cuales "vamos a poder saber a ciencia cierta" si los partidos se mantienen en los niveles que muestran los sondeos.
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