Asistentes y organizadores protestan contra los límites de ruido impuestos por el Ayuntamiento
Centenares de personas han recibido a Ana Botella con una sonora pitada tras el pregón de las fiestas del Orgullo Gay en la plaza madrileña de Chueca. Tras la intervención de Conchita Wurst, ganadora de la última edición del Festival de Eurovisión, y la cantante Ruth Lorenzo, los asistentes han protestado así contra las restricciones que ha impuesto el Ayuntamiento a la celebración.
Entre las consignas que han gritado los asistentes se ha podido oír "Ana Botella al contenedor" y "Ana Botella, no nos quites el Orgullo".
La organización se vio obligada a cambiar la ubicación de las actuaciones programadas, que se iban a desarrollar en la plaza de Chueca, para adaptarse a las limitaciones sonoras del Consistorio. De este modo, el escenario ha sido ubicado finalmente en la plaza de Soledad Torres Acosta, cerca de Callao. Únicamente el pregón se ha celebrado en Chueca, lo que ha provocado el malestar entre los colectivos que participan en estas fiestas.
Tanto la intervención de Ruth Lorenzo como el manifiesto leído por los organizadores han criticado el límite de decibelios impuesto por el Ayuntamiento de la capital. El discurso, leído a dos voces por las presidentas de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y del Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) ha criticado también los recortes de las administraciones, especialmente sobre la sanidad.
Tras estas intervenciones, tras la protesta contra la alcaldesa y con las fiestas ya inauguradas, la plaza ha ido despejándose en calma y con ambiente festivo.
L.G.