La nota política
El pasado lunes, la emisora de radio catalana RAC1, del Grupo Godó, referente del nacionalismo catalán, ofrecía una primicia matutina a los oyentes: Rajoy anunciaría de inmediato aquel mismo día que anticipaba las elecciones generales al 27 de septiembre. Pocas horas después, Rajoy reiteraba una vez más que agotaría la legislatura y, aunque no quería cerrarse ninguna puerta, manifestaba que era francamente improbable que se cumpliera el pronóstico de la emisora catalana.
En realidad, debe descartarse absolutamente que Rajoy sorprenda al personal con una jugada estratégica en forma de adelanto electoral, y ello, por varias razones:
Rajoy, en contra de la opinión de algunos ministros, quiere confeccionar los presupuestos generales del Estado para 2016, que se convertirán en un argumento electoral
En primer lugar, porque Rajoy cultiva su faceta de político serio, previsible y seguro, lo que le llevará a agotar el mandato, aproximando la fecha electoral al fin del cuatrienio (las elecciones anteriores fueron el 20 de noviembre de 2011).
En segundo lugar, porque Rajoy, en contra de la opinión de algunos ministros, quiere confeccionar los presupuestos generales del Estado para 2016, que se convertirán en un argumento electoral ya que se elaborarán con los márgenes al alza en el gasto que permite la previsión de un crecimiento del 2,9%, que es el que el propio Rajoy anunció en el referido desayuno. Los mayores ingresos previstos gracias a la bonanza permitirán al PP ofrecer nuevas bajadas de impuestos y más gasto social, corrigiéndose así una carencia notoria que se le ha imputado con razón.
El Gobierno tiene todavía la intención de sacar adelante nuevas reformas, lo que justifica que no se paralice el parlamento en agosto.
En tercer lugar, porque el tiempo juega a favor de Rajoy y del Partido Popular ya que resulta evidente que se irán viendo progresivamente las consecuencias positivas del cambio de ciclo y de la entrada en una fase de fuerte expansión. De hecho, Rajoy maneja una cifra espectacular de puestos de trabajo creados en 2015 (algunas fuentes aseguran que podrían llegar a los 800.000).
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Además, el Gobierno tiene todavía la intención de sacar adelante nuevas reformas, lo que justifica que no se paralice el parlamento en agosto, para intentar restañar el déficit político que se le achaca en una legislatura abocada a la economía.
Con este esfuerzo final, el asesor Arriola cree que el PP conseguirá en las generales una mayoría relativa suficiente para, en un panorama político más fragmentado y con nuevos actores, gobernar con cierta comodidad la próxima legislatura. Rajoy comparte esta tesis, y de ahí su relativa euforia en sus últimas comparecencias.
¿Y cuándo serán en definitiva las elecciones generales? Sólo Rajoy lo sabe pero hay alguna pista que debe ser tenida en cuenta. La más importante es que en Moncloa se trabaja ya con una fecha: el 13 de diciembre.
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