El president de la Generalitat podría esperar a la sentencia del juicio a los diputados del 'procés'
El primer aniversario de la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 ha venido acompañado de una nueva dosis de tensión institucional, a la calor de las soflamas del president de la Generalitat Quim Torra. El chantaje al que quiere someter al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha provocado que PP y Ciudadanos vuelvan a pedir un 155 que derive en una ulsterización de la región, según el presidente popular Pablo Casado. Mientras desde Cataluña el expresident Carles Puigdemont ponía la vía quebequesa sobre la mesa. Pero, ¿y si Torra lo que quiere son unas nuevas elecciones autonómicas?
El ultimátum dado a Sánchez sobre que dejará caer su Gobierno si no hay un nuevo referéndum en noviembre ha cogido por sorpresa a todos los actores implicados. Desde el Gobierno, critican que pone en peligro la operación diálogo en marcha con las instituciones catalanas y los socios del PDeCAT, Esquerra republicana, han ido de la sorpresa al rechazo de las palabras del president catalán. De hecho, el diputado en el Congreso, Gabriel Rufián se ha desmarcado de Torra y le ha avisado que los "ultimatums los carga el diablo”.
La situación ha dado otro giro cuando ha trascendido que el líder catalán ha invitado formalmente al jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, a una reunión "en las próximas semanas" en la Generalitat para hablar del proyecto de Sánchez para Cataluña pero también "del ejercicio del derecho a la autodeterminación".
DIVISIONES ENTRE ERC Y JUNTS PER CATALUÑA SOBRE LOS DIPUTADOS SUSPENDIDOS
Puigdemont se ha quedado sólo y que ve en una nueva votación una salida al atolladero en el que se ha metido
Estos bandazos denotan gesticulación, para unos, mientras que otros se han apresurado a augurar que toda esta improvisación acabará en un adelanto electoral en Cataluña. Y los rumores en los mentideros de la política catalana apuntan en esta dirección este jueves, con un presidente que se ha quedado sólo y que ve en una nueva votación una salida al atolladero en el que se ha metido. “Es uno de los escenarios posibles”, señala el diputado del PSC, Raúl Moreno. Pero no será porque “no haya acuerdo con el Estado sobre un hipotético referéndum de autodeterminación”, prosigue, sino por razones que se enmarcan en la órbita independentista.
Según el representante del PSC en el Parlament, unas nuevas elecciones anticipadas llegarán por dos razones, fundamentalmente. “Por la profunda división que existe entre los socios de gobierno”, en primer lugar, que se ha vuelto a evidenciar en la Cámara autonómica en las votaciones sobre la suspensión de los diputados procesados por el Tribunal Supremo.
En segundo lugar, Moreno argumenta que Torra podría esperar a conocer la sentencia del juicio de los diputados del ‘procés’ en el alto tribunal. “Todo indica que será de condena, lo que puede provocar que haya un aumento de los apoyos a la independencia que propicie que el jefe del Govern cumpla con lo que adelantó en el debate de política general en el Parlament de Catalunya”. El parlamentario socialista añade que, de esta manera, los secesionistas esperarían obtener una mayoría parlamentaria que les permita seguir con su proyecto político.
¿UNAS ELECCIONES SON LA SOLUCIÓN?
De ser así, los catalanes podrían volver a las urnas en 2019, las cuartas elecciones autonómicas en el plazo de siete años, después de las convocatorias de 2012, 2015 y 2017. “Lo que no tenemos tan claro es que eso solucione de por sí el problema”, cuestiona Moreno. “Si hay eleciones y las mayorías no se mueven suficientemente no se producirá un vuelco significativo y estaremos exactamente igual”, agrega.
“El problema es que los independentistas insisten en una vía unilateral, a pesar de que el diálogo entre el Estado y la Generalitat funciona”, continúa. “Por lo tanto, más allá de una nueva cita electoral, el problema persistirá si no somos capaces de acordar una salida que implique más autogobierno para Cataluña”.
No obstante, desde otros sectores admiten a 'Bolsamanía' estar “tranquilos” ya que por ahora la “independencia exprés no está en al agenda” y las palabras de Torra sólo deben preocupar al Gobierno de Sánchez porque demuestra que “está sustentado por los independentistas”. Una incómoda tesitura que abocará a elecciones, sí, pero generales en el mes de marzo, según indican algunos medios.