La primera ministra británica, Theresa May, espera poder someter a votación su acuerdo del Brexit la próxima semana en el Parlamento, por cuarta vez, después del rechazo de este viernes por la mayoría de los diputados e inmersa en una crisis que podría acabar con su Gobierno y desembocar en unas nuevas elecciones, según publica el diario 'The Guardian'.
May prometió su dimisión si no conseguía el respaldo de la cámara a su acuerdo, pero, después de perder por 344 votos contra 286, aun mantiene la intención de liderar el divorcio con la Unión Europea. Este viernes, cuando tumbaron por tercera vez el acuerdo, era el día fijado para que se produjera oficialmente la salida del Reino Unido de la UE.
"El lunes, esta Cámara continuará el proceso para ver si existe una mayoría estable para una versión alternativa particular de nuestra futura relación con la UE. Por supuesto, todas las opciones requerirán el acuerdo de retirada, pero me temo que estamos llegando a los límites de este proceso en esta Cámara", sentenció May tras su tercera derrota.
Uno de los líderes conservadores más críticos con May, Boris Johnson, votó a favor del acuerdo porque, de lo contrario, se perdería el Brexit. "Ahora tenemos una elección que hacer y eso significa elegir entre las opciones que realmente existen. Llegué a la triste conclusión de que ni este Gobierno ni este Parlamento están dispuestos a irse sin ningún acuerdo".
Sin embargo, la oposición del DUP, el partido unionista de Irlanda del Norte, provocó que May no consiguiera los suficientes apoyos para aprobar el plan que acordó con la UE, ni siquiera dentro de su propio partido. "Incluso con los diez diputados del DUP, la diferencia de votos sería muy complicada de superar", afirma David Cheetham, analista de XTB.