El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación aboga por el diálogo sobre cuestiones como inversiones, lengua, cultura o el modelo de financiación
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha dejado claro este jueves que si Cataluña aprobara una declaración unilateral de independencia quedaría fuera de la Unión Europea "desde el minuto uno", no sería reconocida por Naciones Unidas y tendría una situación económica "patética".
En declaraciones a los medios al término de la presentación del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE), en el Instituto Cervantes, el ministro ha abogado por soluciones "viables y posibles" y ha hecho hincapié en que la independencia "no lo es".
Margallo ha insistido en que una Cataluña independiente no sería reconocida por Naciones Unidas y por tanto "no sería un estado como tal", lo que le impediría ser candidatos a entrar en la Unión Europea. "Una Cataluña quedaría autoexcluida desde el minuto uno y eso no es discutible", ha zanjado.
"Una Cataluña quedaría autoexcluida desde el minuto uno y eso no es discutible", ha señalado en ministro
El ministro ha puesto como ejemplo el caso de Palestina, que es no reconocida por un estado pese a tener el reconocimiento de 130 países individuales, la República Árabe Saharaui o las ucranianas Donetsk y Lugansk.
Pero además, ha adelantado que Cataluña quedase en una situación económica "patética" porque ahora tiene los mercados financieros cerrados y no podría acceder a los mecanismos de financiación de España, del Fondo Monetario Internacional o las inyecciones del Banco Central Europeo.
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En este contexto, Margallo ha abogado por "sentarse y buscar fórmulas de diálogo" para solventar las "heridas" abiertas. En este marco cree que podrían abordarse cuestiones como las inversiones, lengua y cultura o el sistema de financiación.
"Pero tenemos que hablar sentados a la mesa sin animosidad, sin proponer soluciones imposibles --ha pedido--. Es muy difícil que discutamos el estatuto de la comunidad de vecinos con uno que lo primero que quiere hacer es prender fuego al edificio".
Margallo cree que debe estar claro que todo el mundo quiere "lo mejor para Cataluña" y ha dejado claro que él no está dispuesto a que le expropien la parte que le corresponde de Cataluña. "Tan mío es Gaudí como del señor que ha nacido en Cataluña", ha reivindicado.
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DAÑOS DE DIFÍCIL REPARACIÓN
El ministro cree que las elecciones del 27, "en los términos que se han planteado", han producido ya daños en Cataluña "de difícil reparación", ya que han provocado una "fragmentación" de la sociedad catalana entre soberanistas y no soberanistas y también una fragmentación entre esa parte soberanista de Cataluña y el resto de España.
"Hay que soldar heridas internas y las heridas de esa parte de la sociedad catalana no se siente cómoda con el resto de España", ha reconocido apuntando que lo primero es "no tergiversar los hechos" porque "tan buenos son los catalanes que están por independencia como los que creen que Cataluña debe seguir en España y Europa". "El monopolio del patriotismo siempre es una mala receta", ha advertido.
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