"El resultado de las elecciones apunta claramente a una Francia cada vez más dividida"
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha perdido la mayoría absoluta del Parlamento en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de este domingo. Todos los medios internacionales subrayan el revés que supone este resultado, que podría llevar al país a la parálisis política a menos que pueda negociar alianzas con otros partidos.
La coalición centrista Ensemble de Macron, que quiere aumentar la edad de jubilación y profundizar aún más la integración de la UE, terminó con la mayor cantidad de escaños en las elecciones del domingo. Sin embargo, está por debajo de la mayoría absoluta necesaria para controlar el Parlamento, según las proyecciones iniciales y los primeros resultados.
Se necesitan al menos 289 escaños para obtener la mayoría absoluta. Con solo 245 escaños de los 577, la coalición Ensemble está lejos de este cifra y tendrá que contar con el apoyo de otros partidos para aprobar leyes y aplicar su programa de reformas. Sin que ningún grupo se acerque a esa mayoría, Macron podrá mantener el control del poder ejecutivo, pero tendrá dificultades para aprobar leyes, lo que pondrá en riesgo gran parte de su programa para el segundo mandato.
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, calificó el resultado como un "golpe democrático" y agregó que si otros bloques no cooperan, "esto bloquearía nuestra capacidad para reformar y proteger a los franceses".
"Como se esperaba, la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon y sus aliados aumentaron su número de escaños hasta 131 desde 60, aunque menos de lo que sugerían los últimos sondeos de opinión publicados la semana pasada. El principal ganador es el Rassemblement national de Marine Le Pen, con un espectacular aumento de escaños hasta 89 desde 8", destacan los expertos de Barclays en un informe publicado este lunes en el que valoran lo ocurrido.
La última vez que un presidente recién elegido no logró obtener una mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias fue en 1988. Se abre ahora un periodo de incertidumbre en el que se baraja incluso que Macron convoque elecciones anticipadas si se produce un estancamiento legislativo.
"Macron tendrá dificultades para aplicar su ambicioso programa de reformas para modernizar los servicios públicos y el sistema de pensiones. Ahora seguirán semanas de negociaciones, ya que tiene que buscar aliados entre los partidos rivales de centro-derecha e izquierda", explican los analistas de Danske Bank.
"El resultado de las elecciones apunta claramente a una Francia cada vez más dividida, y la incertidumbre política vuelve en un momento en el que la economía también ha perdido fuelle, ya que el elevado coste de la vida pesa sobre los consumidores y las vulnerabilidades fiscales han resurgido con el aumento de los costes del endeudamiento público. Aunque conserva importantes competencias en materia de política exterior y de defensa, a Macron le espera un desafiante segundo mandato en el frente interno", añaden estos analistas.