Su reelección "sería bien recibida por los mercados financieros"
Las encuestas tienen claro que Emmanuel Macron ganará las elecciones presidenciales del próximo 10 de abril, y los expertos tienen claro que esto es lo mejor para Francia y para Europa. Barclays, Berenberg o Abrdn creen que el triunfo del líder francés traerá continuidad a la "senda de las reformas", lo que llevará a Francia a "una década dorada de crecimiento".
"La reelección de Macron sería bien recibida por los mercados financieros, ya que implicaría la continuidad política, traería algunos avances más en la agenda de reformas, posiblemente entrañaría una mayor integración en la Unión Europea, y supondría un intento renovado de abordar la reforma de las pensiones", comenta Pietro Baffico, economista para Europa de Abrdn.
Macron es partidario de una mayor inversión en tecnologías ecológicas y nucleares, pero se mostrará cauteloso a la hora de subir los impuestos sobre el combustible o el carbono por miedo a reavivar el movimiento de los 'Gilets Jaunes' ('Chalecos amarillos'). "La reforma de las pensiones será el tema más difícil de abordar y también puede reavivar las tensiones sociales que azotaron los primeros años de su presidencia", comenta Baffico.
El presidente francés dispone de una cómoda ventaja en los sondeos, tanto para la primera vuelta como para la segunda, que se celebra dos semanas después. Aunque los expertos avisan de que el apoyo a los candidatos populistas vuelve a ser fuerte -con Marine Le Pen a la cabeza-, también creen que las circunstancias de estas elecciones de 2022 favorecen al actual presidente.
"Las elecciones de este año se celebran en un contexto económico y político muy diferente al de 2017. Si bien Francia ha experimentado una de las recuperaciones más fuertes tras la pandemia, la elevada inflación está erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que hace que esta cuestión se haya situado en el centro de la campaña, junto con la estrategia climática del país", comentan desde Abrdn.
"Macron se presenta como el titular y no como un candidato naciente, y goza de un apoyo más fuerte que sus dos predecesores en esta fase de la campaña. La jubilación de Angela Merkel le ha dejado como el principal estadista de Europa, mientras que la guerra de Ucrania está debilitando la posición de los populistas vinculados a Putin", añaden.
En caso de que uno de los candidatos populistas resulte elegido, los activos franceses probablemente se verán afectados, anticipa Pietro Baffico. "Esperaríamos ver una ampliación de los diferenciales de los bonos soberanos franceses y un rendimiento inferior de los valores de renta variable y de crédito franceses de ámbito nacional", comenta.
No obstante, teniendo en cuenta que los populistas se han apartado de los puntos de vista euroescépticos de línea dura, las consecuencias serían "probablemente menos extremas" que si se hubieran impuesto en 2017, o que lo que se vio después de las elecciones italianas de 2018, precisa.
Todos los candidatos han presentado sus manifiestos, y después de haberse desviado por la guerra de Ucrania, la campaña vuelve a centrarse en los temas internos. La reforma de las pensiones citada más arriba es uno de los temas más controvertidos y será probablemente una de las primeras grandes reformas del próximo mandato presidencial, comentan desde Barclays.
A diferencia de hace cinco años, cuando la sostenibilidad de la deuda pública era uno de los temas principales de la campaña, esta vez las finanzas públicas son un tema menos importante. "Las propuestas de los candidatos se centran sobre todo en los recortes fiscales -excepto Jean-Luc Mélenchon, que quiere aumentar los impuestos de forma significativa- y en una mezcla de recortes y aumentos del gasto. Sólo Valérie Pécresse y Macron se han comprometido a reducir el déficit por debajo del 3% del PIB", explica Philippe Gudin, economista de Barclays.
Macron es el único candidato que se ha mantenido relativamente estable en los sondeos de opinión para la primera vuelta, situándose constantemente en la primera posición, muy por encima de sus contendientes, con un apoyo de entre el 28% y el 30%. Su popularidad se ha visto impulsada desde el inicio de la guerra en Ucrania, y su apoyo pasó de alrededor del 24% a más del 30%, llegando incluso al 33,5% en una encuesta realizada por Elabe entre el 7 y el 8 de marzo.
Le arrebató la intención de voto sobre todo a Valérie Pécresse (centro-derecha de Les Républicains), que ha bajado hasta el 10% de las intenciones de voto, y posiblemente también a los candidatos de centro-izquierda Yannick Jadot (ecologista Les Verts), ahora en torno al 5%, y Anne Hidalgo (partido socialista), actualmente en torno al 2%, un mínimo histórico para el partido que en el pasado ha dado dos presidentes a Francia (François Mitterrand y François Hollande).
Con todo, por detrás de Macron, cuatro candidatos siguen en posición de clasificarse para la segunda vuelta con más del 10%: la candidata de extrema derecha de Rassemblement National, Marine Le Pen (17-20%); el de extrema izquierda de La France Insoumise, Jean-Luc Mélenchon (14-15%); Valérie Pécresse, del centro-derecha LR, y Eric Zemmour, del ultraderechista Reconquête (ambos con un 10-12%).
La tendencia reciente muestra un impulso positivo para Le Pen y Mélenchon, mientras que Pécresse y Zemmour se han debilitado, a pesar de los grandes esfuerzos por dar un nuevo impulso a su campaña. "Le Pen ha tomado la delantera (...) La opinión sigue siendo volátil y la ventaja de Macron sobre ella en la segunda vuelta es mucho menor que hace cinco años, cuando ganó con el 66% de los votos. Aun así, podría vencer más fácilmente a los otros tres posibles aspirantes", concluyen desde Barclays.