Los restos óseos hallados en Gran Canaria no son de Yeremi Vargas
Los restos pertenecen a una mujer de 65 años
- Yeremi desapareció sin dejar rastro mientras jugaba con sus primos en los alrededores de su casa de Vecindario
- Los investigadores sospechan que en el lugar se realizan actos de santería
Los restos óseos hallados este miércoles en Vecindario, en Las Palmas de Gran Canaria, no son los de Yeremi Vargas, el menor desaparecido en 2007 y que vivía cerca del lugar en el que ha sido encontrado el cráneo.
Fuentes citadas por Europa Press han precisado que así se lo ha comunicado a la Guardia Civil el forense del Juzgado de Guardia de San Bartolomé de Tirajana a los investigadores del Cuerpo después de hacer los análisis del cráneo hallado este miércoles en un descampado de la zona, según ha informado Europa Press.
ACTOS DE SANTERÍA
Se sospecha que la zona es un lugar en el que se realizan actos de santería
Los investigadores del Instituto Armado sospechan que la zona es un lugar en el que se realizan actos de santería en el que no es raro encontrar este tipo de restos cadavéricos.
El cráneo, que en un primer momento se pensó que era de niño por su tamaño pequeño, estaba en la superficie del solar, sin enterrar y fue hallado por un pastor que se encontraba en la zona. Ese lugar, cercano a donde vivía el niño desaparecido, había sido rastreado en el pasado por la Guardia Civil en el marco de la búsqueda del pequeño.
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, reconoció este jueves a primera hora que se iba a analizar un cráneo encontrado en la localidad canaria que podría corresponderse al del joven desaparecido en 2007.
DESAPARECIÓ EN 2007 MIENTRAS JUGABA CON SUS PRIMOS
Yeremi desapareció sin dejar rastro mientras jugaba con sus primos en los alrededores de su casa de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria) en la tarde del 10 de marzo de 2007 a la edad de siete años. Las investigación policiales daban por fallecido al pequeño y no descartaban que pudiera haber sido secuestrado por una venganza familiar o haber sido víctima de tráfico de seres humanos o de un caso de pederastia.
Según indica Europa Press, las pistas facilitadas por los ciudadanos sobre los dos posibles vehículos que fueron vistos en la zona cuando Yéremi desapareció nunca fueron determinantes. En concreto, un testigo aseguró que vio a un individuo con gorra conduciendo en dirección contraria, en torno a las 13.20 y 13.30 horas, que podría estar buscando un aparcamiento.
Además, varios ciudadanos aseguraron además que días anteriores vieron un Renault Clio de color negro, con una pegatina de una margarita blanca en la parte trasera y con los cristales tintados, rondando por los alrededores del lugar en el que se vio a Yeremi por última vez. En concreto, testigos aseguraron que en una ocasión el conductor de dicho vehículo, "con olor a sudor", les preguntó por una dirección y que, en días posteriores, se observó a un individuo dentro del vehículo y que, pasado un tiempo se iba del lugar.
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