Lluís Puig, exconsejero catalán en Bruselas, renuncia a su acta de diputado
Puig es uno de los miembros del gobierno cesado de Puigdemont que acompañó al expresident a Bruselas
- El exconsejero de cultura ha insinuado que las exconsejeras Clara Ponsatí y Meritxell Serret podrían hacer lo mismo
El exconsejero catalán Lluís Puig ha renunciado este domingo a su acta de diputado. No es el primer miembro del gobierno cesado de Puigdemont que decide abandonar su acta después de las elecciones del pasado 21 de diciembre. Sin embargo, es el primero que toma la decisión tras conocerse que el Tribunal Constitucional suspendería una investidura telemática de Carles Puigdemont.
Puig, que fue nombrado consejero de Cultura tras la dimsión de Santi Vila, lo ha anunciado a través de su cuenta de Twitter. Además ha asegurado que "siempre" ha dicho que sabían "como sumar 68 en la sesión de investidura del Muy Honorable Presidente Carles Puigdemont".
Sempre he dit que sabíem com sumar 68 a la sessió d' investidura del MHP @KRLS , demà presento la meva renúncia a Diputat, conscient que amb @ClaraPonsati i @MeritxellSerret fem un acte de dignitat pel nostre país. @JuntsXCat i @Esquerra_ERC ho saben gestionar
— Lluís Puig i Gordi (@PuigGordi) 28 de enero de 2018
El exconsejero de Cultura también ha insinuado que las consejeras Meritxell Serret y Clara Ponsatí, también en Bruselas, podrían hacer lo mismo. "Mañana presento mi renuncia a diputado, consciente que con Clara Ponsatí y Meritxell Serret hacemos un acto de dignidad para nuestro país. Junts Per Catalunya y Esquerra lo saben gestionar", ha expresado en Twitter.
Aunque todos los diputados huidos en Bruselas habían solicitado delegar su voto en la sesión de investidura que tendrá lugar el próximo martes, día 30 de enero, la decisión de renunciar al acta de diputado poner las cosas más fáciles a la Mesa del Parlament. Este sábado, el Tribunal Constitucional, además de anunciar la suspensión del pleno de investidura si se intentaba investir a Carles Puigdemont que estuviese presente, también suspendió la posibilidad del voto delegado desde el extranjero. De esta forma, se evita que los miembros de la Mesa puedan incurrir en responsabilidades penales si aceptaban la delegación de voto de estos consejeros.
