En las bases orgánicas del PP se piensa que estas operaciones cosméticas tendrán un efecto muy limitado
Rajoy bromeaba esta mañana con el todavía líder de Izquierda Unida sobre la hipotética remodelación ministerial que podría conocerse hoy –ha estado en la Zarzuela para un acto de la Fundación Carolina pero seguramente habrá aprovechado la oportunidad para informar al jefe del Estado de los cambios-, pero, conociendo al personaje, es poco útil aventurar pronósticos.
Las abundantes quinielas que circulan, en casi todos los casos con la advertencia de ser abiertamente apócrifas, lo hacen en torno del exalcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, actual ministro de Sanidad y miembro del equipo de la vicepresidenta del Gobierno, quien declaraba esta mañana que deseaba fervientemente quedarse donde está y con su actual ocupación. Se le ha atribuido la portavocía del Gobierno antes de que algunas voces de Moncloa negaran que Soraya S. De Santamaría vaya a perder esta atribución.
Otros portavoces oficiosos le reservan un puesto importante en el partido, quizá el de ‘coordinador general’, que ya existió en tiempos de Álvarez Cascos, y que aliviaría de parte de sus responsabilidades a la secretaria general, Dolores de Cospedal, quien seguiría sin embargo ostentando el cargo, además del liderazgo del PP castellano manchego en la oposición.
Voces emitidas en el entorno de Génova confirman la marcha de Wert, quien sin embargo no se iría a la embajada de España en la OCDE en París
LA DUDA DEL EQUIPO
En el Gobierno, se duda sobre al continuidad de De Guindos en él porque no está claro su nombramiento al frente del Eurogrupo ni se conoce el rango que se le vaya a dar al cargo en el próximo Consejo de Europeo de fin de mes.Se confirma que el ministro de Exteriores, García Margallo, sería firme candidato a ocupar Economía si De Guindos se marchara… eventualidad muy deseada por el núcleo duro del Gobierno (De Guindos no está afiliado al PP).
Se confirma que el ministro de Exteriores, García Margallo, sería firme candidato a ocupar Economía si De Guindos se marchara…
Voces emitidas en el entorno de Génova confirman la marcha de Wert, quien sin embargo no se iría a la embajada de España en la OCDE en París –sería un escándalo que el Estado le pagara el viaje de novios- y el ascenso, no se sabe bien hacia dónde, del ministro de Industria, José Manuel Soria, quien habría acrecentado últimamente su ascendiente sobre el presidente del Gobierno. Otros emisarios, en este caso de Moncloa, sugieren que el ministro del Interior, Fernández Díaz, podría ir de comisionado a Cataluña a tratar de mejorar la desesperada situación del partido en la comunidad autónoma… aunque algunos hermeneutas han tomado a broma semejante pretensión, ciertamente pintoresca a estas alturas. Suena también con insistencia el nombre de Pablo Casado, quien podría ser nombrado jefe de a campaña de las elecciones generales y, lógicamente, portavoz permanente del partido en cuestiones electorales.
De cualquier modo, en las bases orgánicas del PP se piensa que estas operaciones cosméticas que se preparan tendrán un efecto muy limitado sobre el electorado perdido. Y Rajoy no tiene ni tiempo ni ganas de llevar a cabo una regeneración profunda de abajo a arriba mediante, por ejemplo, la convocatoria de un Consejo Nacional que abriera un profundo debate sobre ideología y organización.
Antonio Papell
Lea también:
Del twitter de Zapata a la Operación Chamartín: las redes sociales desnudan a la 'nueva política'
La nota política | El gran cambio en España: un análisis de lo ocurrido