Las elecciones del pasado domingo indican una izquierdización objetiva de la política española
Las elecciones del pasado domingo indican una izquierdización objetiva de la política española, ya que a la izquierda del PSOE, cuyo apoyo electoral se ubica exactamente a dos puntos porcentuales por debajo del Partido Popular, se sitúan Podemos y otras organizaciones del mismo ámbito ideológico, como las candidaturas de unidad popular, las mareas gallegas, etc.
Podemos no concurrió con sus siglas las elecciones municipales por lo que no existe un cómputo homogéneo de su participación, pero en las elecciones autonómicas en 13 comunidades consiguió un porcentaje de votos que oscila entre el 8,0% de Extremadura y el 20,5% de Aragón, pasando por el 9,7% de Castilla La Mancha, el 11,2% de la Comunidad Valenciana, el 18,6% de la Comunidad de Madrid, etc.
Todos los detalles de las elecciones autonómicas y municipales de 2015
Los resultados obtenidos requieren ahora el tratamiento de los pactos y las coaliciones, y de esta ‘cocina’ dependerá el aspecto político final de este país
Las elecciones que se han celebrado eran regionales y locales y no tenían por tanto repercusión directa alguna en la gobernación del Estado, y de ahí que no haya habido apenas reacciones en los foros políticos y en los mercados financieros internacionales, pero es lógico que no pase inadvertido este escoramiento de la política española, que era conocido de antiguo –los sociólogos políticos aseguran que el centro de gravedad ideológico de la sociedad española está en torno del 4,7 en un intervalo que va del 0, la extrema izquierda, al 10, la extrema derecha- pero que no había alcanzado nunca las proporciones actuales, aunque la hegemonía política la mantenga el conservador Partido Popular, que apenas ha alcanzado el 27,03% de los votos en las municipales.
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LO QUE VIENE...
Los resultados obtenidos requieren ahora el tratamiento de los pactos y las coaliciones, y de esta ‘cocina’ dependerá el aspecto político final de este país. Y en esta tarea tiene un papel esencial el PSOE, que sigue siendo con diferencia el partido de referencia de la izquierda española, el que se homologa con las grandes socialdemocracias europeas y el que, si nada se tuerce nuevamente, está llamado a mantener indefinidamente con el PP la principal dialéctica de poder.
Pedro Sánchez tiene un papel relevante que cumplir, como es el de fortalecer un centro-izquierda análogo al socialismo francés, al SPD alemán, al laborismo británico o al Partido Democrático italiano
Muchos pensamos que Podemos y demás actores de ese mismo espacio político están llamados a convertirse en sucesores de Izquierda Unida, ubicados a babor del PSOE y propietarios de un modesto sector de espectro electoral semejante al que dio acogida al PCE, primero, y a IU, después. En cualquier caso, conviene dejar sentado desde ahora mismo que el PSOE debe no sólo mantenerse en el núcleo ideológico de la Unión Europea sino también tratar de evitar que quienes se hallan fuera de él por la izquierda adquieran protagonismo y arrastren al país hacia parajes ideológicamente periféricos. En otras palabras, España no puede ser Grecia ni debe parecérselo, ni el PSOE debe consentir que lo arrastren hacia los parajes de Syriza.
En este sentido, Pedro Sánchez tiene un papel relevante que cumplir, como es el de fortalecer un centro-izquierda análogo al socialismo francés, al SPD alemán, al laborismo británico o al Partido Democrático italiano, anclándolo en el centro de gravedad de Europa. Las ocasionales alianzas del PSOE con Podemos deben ser estratégicas, y en ningún caso pueden consistir en cesiones ideológicas que contaminen y descentren al socialismo y lo aproximen a los parajes antisistema que frecuentan los seguidores de Pablo Iglesias.
El país se juega mucho en estas cuestiones y al PSOE le va en ello su supervivencia: basta recordar lo que ha ocurrido con el socialismo catalán después de que Maragall aceptara desnaturalizarse, traicionar su ideario y adentrarse en los parajes nacionalistas con aquel inefable tripartito.
Antonio Papell
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