Profesionales de la resolución de conflictos, universidades y colegios profesionales, entre las iniciativas de la sociedad civil
El post-referéndum en Cataluña está siendo cualquier cosa menos plácido. A cinco días de la fecha prevista para el pleno del Parlament catalán en el que se debatirá y, con toda probabilidad, declarará la independencia, la presión crece en torno al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que se sienten a la mesa y dialoguen. El líder del Ejecutivo catalán está abierto a la mediación, eso sí, sin renunciar a su postura, es decir, a la proclamación de independencia. Rajoy, por su parte, no se abre al diálogo si no se aparca la secesión.
En las últimas jornadas políticos y abogados, nacionales e internacionales han ofrecido arbitrar en la crisis con el objetivo de volver a tender puentes entre el Estado y la región. La más reciente, la iniciativa de más de 600 profesionales de la mediación y simpatizantes que emplaza a ambos a que elijan a un profesional o profesionales de la resolución de conflictos. Pilotada por expertos en este campo de Cataluña, cuenta con el respaldo de pesos pesados de la mediación internacional como Jordi Palou o el mediador intercultural Carlos Giménez.
Profesionales de la resolución de conflictos, universidades y colegios profesionales, entre las iniciativas de la sociedad civil
Desde el sector profesional, diversos colegios de abogados y juristas de Barcelona, junto a universidades y otras entidades, están también promoviendo una iniciativa de mediación. Liderada por el Col·legi d’Advocats de la capital catalana, se llamará Comisión Independiente para el Diálogo, la Mediación y la Conciliación. Participan, entre otros, la Universitat de Barcelona, la Universitat Autònoma, el Col·legi d’Economistes, la patronal Pimec, la Cambra de Comerç o los sindicatos UGT y CC.OO. Este organismo ya ha presentado medidas concretas, según recoge la Vanguardia, la primera de las cuales pasa por evitar alterar el orden de la autonomía, por lo que instan a Puigdemont a abandonar la declaración de independencia.
MEDIACIÓN POLÍTICIA
Entre los partidos políticos, Podemos y el PNV han sido los que se han ofrecido con mayor énfasis a recoser las costuras entre Cataluña y España. El grupo parlamentario de Unidos Podemos, del que forma parte En Comú, se reunió el miércoles en el Congreso con ERC, PDeCAT, PNV y Compromís para intentar buscar soluciones al conflicto catalán, que vayan en la dirección de "abrir caminos constituyentes" y apostar por la mediación internacional, como ha propuesto Puigdemont.
En concreto lo que se ha convocado es la llamada 'Mesa de partidos por la libertad, la fraternidad y la convivencia', que se constituyó hace una semana en la asamblea de Zaragoza a favor del derecho a decidir auspiciada por el partido morado. ERC y PDeCAT salieron muy satisfechos del encuentro y dan su aval a la formación morada.
"Las propuestas que abordará la Mesa van en dos direcciones: la necesidad de abrir caminos constituyentes en Cataluña y España para buscar un nuevo acuerdo; y la apuesta por la mediación internacional para facilitar el diálogo en la línea de lo propuesto por Ada Colau", ha informado el partido de los círculos.
El líder de Podemos trasladó esta propuesta a Rajoy, pero recibió el portazo de Moncloa ya que ha descartado cualquier diálogo con Carles Puigdemont mientras mantenga su "chantaje tan brutal" al Estado, ya que, a su entender, lo que tiene que hacer el presidente de la Generalitat es renunciar a una declaración unilateral de independencia, según han informado fuentes del Ejecutivo.
El lehendakari vasco, Íñigo Urkullo, es otra de las figuras que se ha ofrecido a intermediar en el conflicto. Incluso así se lo ha trasladado al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. En las últimas horas, ha valorado positivamente que el líder catalán se haya mostrado "dispuesto a la mediación para abrir una nueva puerta al diálogo", y ha animado a intentarlo.
"Puigdemont no ha dicho NO a D. Felipe VI. Le ha dicho que así no. Se ha mostrado dispuesto a la mediación para abrir una nueva puerta al diálogo, sin que haya hecho referencia expresa a la Declaración Unilateral de Independencia. Hay una oportunidad para intentarlo!", ha indicado Urkullu en su perfil de Facebook.
IGLESIA CATÓLICA Y OTRAS INICIATIVAS
Desde otros ámbitos llegan también numerosas iniciativas para rebajar la tensión. Un treintena de filósofos también han reclamado diálogo y el síndic de greuges (el defensor del pueblo) en Catalunya, Rafael Ribó también se abre a proponer una mediación internacional.
Por otra parte, las conexiones eclesiásticas del vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, han llevado al Govern a tender la mano al Arzobispado de Barcelona y al abad de Montserrat a fin de sondear la posibilidad de que ejerzan un rol de mediación en la cuestión catalana, según informaciones del canal 3/24.
Los contactos con la Iglesia también los ha tenido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien el martes por la tarde, antes del mensaje institucional del rey Felipe VI, se reunió en Moncloa con el cardenal Omella, y también con el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras del encuentro, si bien ni fuentes del Ejecutivo ni de los arzobispados confirman oficialmente tales entrevistas.
Hace unos días, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, leyó un comunicado conjunto de la Comisión Permanente en el que llamaba al diálogo ante la "grave" situación que se vive en Cataluña y pedía evitar decisiones y actuaciones "irreversibles" y de "graves consecuencias". Una declaración que provocó malestar en el PP y en la que los obispos se ofrecían a colaborar con el diálogo en favor de "una pacífica y libre convivencia entre todos".
Los obispos catalanes, por su parte, se han pronunciado en varias ocasiones. La última vez, este domingo ante la jornada que se vivió en Cataluña, y que llevó al cardenal Omella a calificar de "deplorable" la "situación de violencia". Además, dijo que había que encontrar una salida "pacífica y democrática".