Los socialistas reciben un nuevo golpe que les aleja, aún más, de la carrera hacia el Elíseo
La situación política en Francia se complica por minutos a medida que se acerca la fecha de la primera vuelta de las elecciones, que tendrá lugar el próximo 23 de abril. La última hora en el país pasa por la dimisión del ministro de Interior francés acusado también de malversación de fondos. El ya ex ministro de Interior, Bruno Le Roux, está siendo investigado por supuestos trabajos ficticios de sus hijas.
Le Roux empleó durante varios periodos de vacaciones escolares a sus dos hijas desde que éstas tenían 15 y 16 años, entre 2009 y 2016. Estos hechos han motivado una investigación de la Fiscalía Nacional Financiera de Francia. Bruno Le Roux, por su parte, ha explicado que los empleos de sus hijas eran legales y reales pero ha justificado su renuncia con el objeto de "preservar la acción gubernamental".
Los socialistas están prácticamente descartados para luchar por la presidencia de Francia y, desde luego, este tipo de noticias no ayudan en absoluto. El presidente francés, François Hollande, ha nombrado a Matthias Fekl, un político al que se considera de perfil bajo, para sustituir a Le Roux. Hasta hoy, Fekl era ministro de comercio y turismo.
Le Roux anuló este martes su agenda oficial, en la que tenía previsto un acto en el que acompañaba al primer ministro, Bernard Cazeneuve, el cual aprovechó su discurso para afirmar que el poder público debe ser ejercido con rigor.