Las prospecciones de Repsol en las islas Canarias no ha tenido los frutos esperados
La intención del Gobierno de España de una producción nacional de petróleo parece que no se logrará. El fracaso de Repsol en las prospecciones en las islas Canarias, además de la renuncia de Cairn Energy de buscar crudo en el Mediterráneo se suman al declino de producción de este año. En lo que va de año se ha extraído un 18% menos de barriles.
Según el artículo de El Mundo, España ha producido entre enero y mayo de 2015 121.955 toneladas de petróleo, según estadísticas de Cores. Este dato refleja una recolección de 26.825 toneladas menos que en el mismo periodo del años anterior. Este bajón se hace aún más notorio respecto a la producción de 2013, con una diferencia del 21,7%, año en el que se registró el récord.
Los pozos que registran una mayor bajada de producción son los de Casablanca y Montanazo-Lubina, ambos operados por Repsol. Esta caída no la ha podido reducir la nueva producción de los pozos situados en campos cercanos a Rodaballo.
A pesar de los fracasos el Gobierno mantiene su intención de lograr producir su propio crudo. El pasado 20 de julio el Consejo de Seguridad Nacional, presidido por el Rey Felipe VI, aprobó la Estrategia de Seguridad Energética.
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Los pozos que registran una mayor bajada de producción son los de Casablanca y Montanazo-Lubina, ambos operados por Repsol
Este proyecto intenta "impulsar la investigación y explotación de yacimientos de hidrocarburos y diseño de planes de viabilidad para la extracción de estos recursos en el territorio en condiciones medioambientales apropiadas". Se busca reducir la dependencia energética y la vulnerabilidad de España frente al exterior.
Esta caída de producción coincide con un aumento de la demanda de derivados del petróleo a consecuencia de la reactivación económica, provocando una mayor dependencia energética con el exterior. Entre enero y mayo se incrementó un 2,5% el consumo de productos petrolíferos, especialmente potenciado por el repunte del gasóleo para automoción y el queroseno de los aviones.
El dato más llamativo afecta a la importación de gasolina. Las exportaciones de este derivado han aumentado un 137%, consecuencia de la dieselización de las refinerías españolas para adecuarse al cambio de la demanda del parque móvil. El precio del barril, que acumula bajadas continuadas, ha provocado la aceleración de compra de petróleo y derivados al exterior. Estas bajadas han abierto margen para aumentar los aprovisionamientos y reducir el déficit comercial histórico.
Nigeria es el país que más provecho ha sacado de las necesidades productivas de España. Un 15,7% de las 23,1 millones de toneladas importadas pertenecen al país africano. El segundo país en vender crudo es México, con un 13,4%, seguido de Rusia 11,3% y Angola 10%.
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