El colapso del Gobierno retrasará la consolidación fiscal a corto plazo y las reformas de gran alcance
El colapso del Gobierno francés retrasará la consolidación fiscal a corto plazo y las reformas de gran alcance. Y, en ausencia de las medidas de austeridad propuestas para 2025 por la administración de Michel Barnier, las perspectivas fiscales y económicas de Francia se han deteriorado considerablemente.
Así lo ven algunos analistas. En el caso de Thomas Gillet y Brian Marly, analistas de sector público y soberano de Scope Ratings, comenta que la moción de censura contra el primer ministro, Michel Barnier, impide la aplicación del plan presupuestario plurianual y el programa de reformas de Francia.
"Dado que constitucionalmente no es posible celebrar nuevas elecciones legislativas antes de mediados de 2025, es poco probable que el Parlamento francés, en el que hay un gran número de miembros, facilite el proceso de nombramiento de un nuevo primer ministro con un amplio apoyo político", dice.
Destaca que cualquier configuración plausible de un nuevo Gobierno carecerá del respaldo legislativo necesario para abordar eficazmente el creciente déficit presupuestario de Francia y el aumento de la deuda en relación con el PIB, ya que ningún partido o coalición cuenta con mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
"Como es poco probable que la incertidumbre política se disipe a corto plazo, Francia podría enfrentarse a un prolongado periodo de vacío político, caracterizado por elecciones anticipadas y gobiernos de corta duración, al menos hasta las próximas elecciones presidenciales previstas para 2027", asegura.
Además, señala que la incertidumbre a corto plazo aumenta el riesgo de que el déficit de Francia siga creciendo en 2025, acercándose al 7% del PIB previsto por el Gobierno en un escenario sin cambios políticos, frente al objetivo del 5% fijado en el proyecto de presupuestos. Sería el tercer año consecutivo de desvío presupuestario, tras déficits del 6,1% en 2024 y del 5,5% en 2023.
Aunque considera que las salvaguardias institucionales de Francia deberían evitar un estancamiento presupuestario, un bloqueo político prolongado podría ser negativo para su calidad crediticia: "En octubre rebajamos la calificación de Francia a AA-/Estable debido al deterioro sostenido de las finanzas públicas y a unas perspectivas políticas cada vez más inciertas".
Por su parte, Odile Camblain, responsable de gestión de multiactivos de Credit Mutuel Asset Management, añade que la prórroga prevista del marco presupuestario para 2024, a través de una ley presupuestaria especial (que deberá presentarse antes del 19 de diciembre y promulgarse antes del 1 de enero), prevé un déficit presupuestario de entre el 5,5% y el 5,8% del PIB para 2025, supeditado a la consecución del objetivo de crecimiento de la Ley de Finanzas (1,1% en 2025).
"Pensamos que esta proyección de crecimiento es excesivamente optimista, dado el persistente escepticismo de los inversores y el moderado consumo interno, a pesar de la apreciación de los salarios reales. El aumento sostenido de las categorías de gasto no discrecional -en particular, los precios de la energía y los alimentos- sigue pesando significativamente en la confianza de los consumidores franceses", afirma.
En su opinión, la aplicación de este marco presupuestario especial impuesto por la Constitución debería dar lugar a una mejora marginal del déficit con respecto a 2024, facilitada por la congelación de los gastos y el mantenimiento de los ingresos en los niveles de 2024, excluidos el crecimiento del PIB y los ajustes por inflación.
"Aunque la dinámica del mercado a corto plazo parece simétrica, los riesgos a medio plazo siguen siendo elevados, ya que es probable que la incertidumbre política persista al menos hasta las posibles elecciones legislativas de julio. Mantenemos nuestra postura prudente sobre los activos franceses", concluye.