'In Trump we trust': las 10 claves de su llegada a la Casa Blanca

El resultado electoral de Estados Unidos genera sed de respuestas entre la población

  • El equipo del candidato republicano ha sabido dar con las claves en esta difícil campaña
  • Clinton ha sido la gran derrotada por su impopularidad entre la sociedad
Alberto Sanz
Bolsamania | 10 nov, 2016 07:00 - Actualizado: 17:56
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El 8 de noviembre de 2016 será una fecha señalada en los ejes cronológicos de los libros de historia. Barack Obama entregaba el testigo presidencial de los Estados Unidos al polémico candidato republicano Donald Trump ante la perpleja mirada del mundo. Una decena de claves ayuda a descifrar el secreto de su sorprendente victoria.

Sin duda, Trump promete emociones fuerte que, sin duda, marcarán el devenir de la historia del país norteamericano y del contexto geopolítico internacional. Pero, antes de adelantar acontecimientos, conviene analizar las claves electorales y de la realidad estadounidense que han llevado al magnate inmobiliario a la Casa Blanca.

Porque es la gran pregunta, sobre todo desde la óptica europea: ¿cómo es posible que Trump haya ganado? Diez claves ofrecen las respuestas oportunas para este enigma.

1. La victoria del voto oculto. De nuevo, las encuestas han fallado y han sido las grandes culpables de la sorpresa de la victoria de Trump entre la sociedad. No obstante, su fallo se debe, en parte, al fenómeno del 'voto oculto'. La teoría de la 'espiral del silencio', que explica que cuando socialmente una opinión es rechazada aquellos que la comparten prefieren no hacerla pública, ha sido una de las claves del éxito de Trump. Un hecho que también ocurrió en el Brexit.

2. Fractura de la sociedad y la clase política. El atrevido, duro y polémico mensaje de Trump tenía un objetivo: el establishment norteamericano. Y la potencia y la efectividad de esta estrategia van en conjunción de que 2016 se está demostrando electoralmente en todo el mundo que existe una ruptura entre los ciudadanos y la política. Estados Unidos no ha escapado de ello, y el candidato republicano lo sabía.

3. El show en Estados Unidos: cuanto más, mejor. Trump puede flaquear en propuestas políticas y tal vez en sus modos, pero de lo que no hay ninguna duda es de que su capacidad para el show ha sido clave para conectar con electorado. Los debates y apariciones en los medios han mostrado a un candidato republicano muy superior a Hillary Clinton en este importante terreno.

Esta cualidad ya venía precedida cuando, en 2004, el magnate consiguió cierto estrellato gracias a su 'reality' televisivo 'El aprendiz', en el que seleccionaba a jóvenes y les aconsejaba sobre cómo llevar a cabo una carrera de éxito.

4. Divide y vencerás. Además de la diferencia entre sociedad y política, Trump y su equipo supieron percibir la gran división existente en el país, a pesar de los intentos de Obama por unificarlo en sus dos legislaturas. Y a través de esta fractura logró levantar primero el fervor en las bases del partido republicano y después el de los ciudadanos de los Estados Unidos.

5. Logró marcar su ritmo en la disputa con Clinton. Como apunta el politólogo Ignacio Martín-Granados, “Donald Trump llenó la carrera electoral de fango y eso fue su gran victoria”. Sin duda, Clinton es una representante de las buenas formas y el protocolo y, en el barro, brillan con luz propia aquellos que saben manejar las malas artes.

Donald Trump ha logrado defender todos los estados republicanos históricos y vencer en los swings states decisivos como: Ohio o Florida

6. Blancos sin estudios superiores y evangélicos. Las primeras encuestas del 'New York Times' muestran que casi el 40 por ciento de los electores blancos sin estudios superiores votó por Donald Trump. Y unos pocos puntos por detrás quedó el índice de licenciados que sufragaron por él.

Los cristianos fervientes han votado masivamente a Trump como no lo habían hecho desde 2004 por un republicano. Se estima que consiguió más del 81% de apoyo en este grupo, mientras que a Hillary Clinton fue el 16%, según señala 'The Washington Post'.

7. Supo defender sus estados y fue muy eficaz en los 'swing states'. La victoria de Trump se basa en los triunfos de los estados clave (indecisos o 'swing states') como Ohio, Carolina del Norte, Pensilvania y en Florida. Para José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, la clave está en que “el candidato republicano se olvidó de intentar buscar votos en estados claramente demócratas y centró todos sus esfuerzos en poder alcanzar estos decisivos territorios”.

Además, logró apuntalar estados claramente proTrump: Texas, Kansas, Dakota del Sur, Wyoming, Dakota del Norte, Misisipi, Alabama, Tenessee, Kentucky, Indiana, Montana, Virginia Occidental, Carolina del Sur, entre otros.

8. Voto latino. Los esfuerzos por movilizar electoralmente a los hispanos por parte de Clinton no fueron suficientes para compensar la enorme antipatía que la demócrata generó entre los anglosajones pobres. A pesar de perder en las principales ciudades latinas como Orlando y Miami, Trump ha sabido sobrevivir al impacto de sus declaraciones en el electorado latino.

9. Barack Obama. El presidente saliente se ha volcado en la campaña de Clinton. Con su carisma y popularidad, Barack Obama intentaba compensar las carencias de Hillary para enganchar con el electorado y lograr una nueva presidenta que diera continuidad a sus políticas. Pero Trump también lo ha usado a su favor porque ha sabido canalizar el descontento de todos aquellos que se han visto afectados directamente por las políticas de Obama.

10. Hillary Clinton es más impopular que Donald Trump. Los seguidores de Bernie Sanders, quien se disputó con Hillary Clinton la nominación del Partido Demócrata, son los primeros en señalar este hecho. “Muchos de ellos se han quedado en casa y no han votado con la papeleta demócrata por su rechazo a Clinton”, apunta José Antonio Gurpegui.

Gran parte de la población desconfía de ella, dicen que es poco transparente y cuestionan su forma de manejar la Secretaría de Estado y la Fundación Clinton.“Prefiero un loco, a una corrupta y mentirosa”, señalaba un votante mexicano en la celebración de la victoria de Donald Trump.

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