El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado este jueves que el Gobierno "es firme para recuperar los niveles de inversión previos a la crisis de 2008" y en los próximos ejercicios aumentarán de forma progresiva los recursos en el sistema sanitario hasta alcanzar el 7% del PIB para hacer frente a una posible segunda oleada del coronavirus o futuras pandemias.
Así lo ha afirmado durante su comparecencia en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados. El responsable de Sanidad ha destacado que el Gobierno "está trabajando para afianzar la inversión sanitaria a corto y medio plazo". "Por ello, el compromiso del Gobierno es firme para recuperar los niveles de inversión previos a la crisis económica de 2008 y en los próximos ejercicios aumentarán de forma progresiva los recursos hasta alcanzar el 7% del PIB", ha sostenido.
En este sentido ha explicado que este compromiso va más allá de lo cuantitativo y "debemos conseguir una planificación sostenida a lo largo del tiempo que permita ubicar los recursos allí donde son necesarios".
Durante su intervención ha señalado que pese a estar en una fase de control de la epidemia, "a día de hoy no existe tratamiento específico ni vacuna frente al virus", por lo que "seguimos teniendo muchas incertidumbres". Por ello, ha destacado que hay que trabajar en dos frentes. Por una parte, hay que adaptar el sistema para convivir con el virus durante un tiempo y estar preparados para posibles repuntes o segundas olas. Por otra parte, hay que fortalecer el sistema sanitario público.
Desde luego, "debemos dotarle de mayor financiación, pero también iniciar las transformaciones necesarias para que pueda atender las necesidades actuales y de futuro de toda la población, para que se pueda vivir más y vivir mejor", ha dicho el ministro de Sanidad.
A este respecto, Illa ha insistido en que hay que impulsar una transformación del Sistema Nacional de Salud hacia un modelo más robusto, flexible y resiliente que debe basarse en cuatro acciones prioritarias. Primero, hacer frente a futuras pandemias o segundas olas; segundo, colocar a las personas en el centro del sistema; tercero, cuidar a los que nos cuidan, y por último afianzar la sanidad pública como un servicio esencial del Estado del Bienestar.
En este impulso "deben de jugar un papel fundamental las comunidades autónomas". "España es un Estado compuesto, en el que las comunidades autónomas tienen un papel fundamental en la gestión del sistema público de salud. Esta es una fortaleza del sistema que nos ha permitido responder de manera coordinada, cohesionada y unida. Y el camino que debemos seguir profundizando: más y mejor cooperación, más y mejor coordinación y más cohesión", ha concluido.