Nueve personas permanecen en el hospital, cuatro de ellas en estado crítico
Las autoridades italianas han dado por concluidas las labores de rescate tras el derrumbe del puente Morandi, en la ciudad de Génova, con un balance final de 43 muertos. No obstante, nueve personas permanecen en el hospital, cuatro de ellas en estado crítico, como consecuencia del accidente que tuvo lugar la semana pasada.
Ahora, los servicios de emergencia continúan asegurando la estructura del viaducto que aún permanece en pie. De hecho, un georradar controla en todo momento los movimientos para prevenir nuevos derrumbes, tras caerse la sección central del puente, ubicado entre las ciudades de Polcevera y Génova y que conecta dos autopistas.
Asimismo, el objetivo es liberar la zona de escombros, ya que detienen el curso del río Polcevera. Todo este material, recoge EFE, será sometido a la inspección de la magistratura que está conduciendo la investigación, algo que será indispensable para saber las causas del derrumbe. También algunos miembros de la comisión investigadora del Ministerio de Infraestructuras han iniciado ya su inspección en el lugar del derrumbe.
La empresa concesionaria del puente, Autostrade, filial de Atlantia, ha anunciado que destinará 500 millones de euros para ayudar a los afectados y reconstruir el puente en un plazo de ocho meses. Además, el Gobierno italiano ha prometido que en ocho semanas los 600 desalojados, cuyas viviendas se destruirán, tendrán otra casa. El presidente la Región Liguria, Giovanni Toti, y el alcalde de Génova, Marco Bucci, entregarán este lunes las primeras once casas.
El viaducto que se desplomó formaba parte de la autopista A10 que conecta el noroeste de Italia con el resto del país, pero además es una arteria principal en el sistema de carreteras de la ciudad. Actualmente, todo el tráfico ha sido desviado a otras carreteras causando importantes problemas de congestión.