Felipe VI conmemora la mediación humanitaria de Alfonso XIII en la Gran Guerra inaugurando la muestra 'Cartas al Rey'

Europa Press | 06 nov, 2018 20:23

Misivas de Kipling, Puccini, Unamuno o Ramón y Cajal figuran entre los más de 200.000 expedientes tramitados por la Oficina de la Guerra Europea

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

El Rey Felipe VI ha inaugurado este martes en el Palacio Real de Madrid la exposición 'Cartas al Rey. La mediación humanitaria de Alfonso XIII en la Gran Guerra", con la que Patrimonio Nacional quiere dar a conocer la intensa labor de la Oficina de la Guerra Europea, que ayudó a miles de ciudadanos europeos a localizar a sus seres queridos entre 1915 y 1918.

La Oficina, que comenzó a trabajar con las seis personas de la Secretaría Particular del Rey, llegó a contar con una plantilla de 46 personas y tramitó 200.000 expedientes, inicialmente de ciudadanos que buscaban a soldados desaparecidos, pero después también pidiendo al jefe de Estado de un país neutral que hiciese llegar noticias a familiares o mediase para lograr la repatriación o el canje de prisioneros.

"Es una visión de la guerra en diagonal de la guerra, una historia de personas anónimas, no es la historia oficial, son pequeñas historias que unidas conforman la gran historia", explica a Europa Press el comisario de la exposición y director del Archivo General de Palacio, Juan José Alonso, que ha trabajado desde 2014 en el proyecto con la subdirectora, Mar Mairal y la conservadora, Reyes Utrera.

En la exposición puede verse la carta que escribió a Alfonso XIII el compositor italiano Giacomo Puccini, interesándose por un sobrino y un amigo de éste; la de Rudyard Kipling, que buscaba a su hijo; otras dos de Miguel de Unamuno y Santiago Ramón y Cajal, intercediendo por ciudadanos franceses. También los expedientes de Roland Garros, de Charles de Gaulle y de Maurice Chevalier, en cuya repatriación a Suiza --a la que ayudó su condición de enfermero-- se implicó particularmente el Rey.

Su tarea fue ampliamente reconocida por los países europeos en la inmediata posguerra, pero ha caído en el olvido después. Junto a la labor humanitaria, Alfonso XIII tenía la idea de recuperar el papel que España había perdido desde 1898 desde la neutralidad en la Guerra, explica Alonso.

En la exposición puede verse también un borrador del telegrama que el Rey envió a su ministro plenipotenciario en Petrogrado en 1917, para que pidiese permiso para ver a la familia imperial, detenida en plena revolución rusa, y ofreciendo a España como lugar de exilio. La exposición, que puede verse en Madrid desde este miércoles y hasta el 31 de marzo, ha sido visitada por el Rey Felipe junto al ministro de Cultura, José Guirao, en un acto con amplia participación del cuerpo diplomático acreditado en España.

El origen de la labor a gran escala de la Oficina de la Guerra estuvo en una breve nota que apareció en la primavera de 1915 en un diario regional francés, 'La Petite Gironde'. En ella se relataba que una mujer francesa había encontrado a su marido, al que las autoridades daban por desaparecido, en un campo de prisioneros de Alemania, gracias a la mediación del Rey de España.

La noticia corrió por la prensa europea y las cartas se multiplicaron. También se multiplicó la plantilla, dando entrada además a las primeras mujeres que trabajaron en las oficinas de Palacio Real, y se profesionalizó la gestión de una ingente cantidad de documentos. Eso sí, no todas las historias tuvieron final feliz: Puccini localizó a su sobrino con vida en un campo de prisioneros, pero no al amigo de éste; tampoco se encontró al hijo de Kipling, y más adelante se supo que había muerto.

HOMENAJE AL SERVICIO EXTERIOR

La exposición también rinde homenaje a los embajadores españoles en Europa, particularmente en Francia y Alemania, que hicieron miles de gestiones y visitas a campos de prisioneros para encontrar a las personas que buscaban. De ambas embajadas proceden casi un millar de legajos del archivo.

El propio Alfonso XIII pensó en hacer un "museo de recuerdos heroicos" con la documentación de la oficina. Sin embargo, el archivo estaba desde 1941 incluido en el Archivo General de Palacio sin que se conocieran sus detalles. En él se han encontrado más de 98.000 expedientes de soldados franceses y belgas, 11.000 de alemanes, y miles de otras nacionalidades, así como cartas llegadas desde Rusia, Canadá, Australia o Sudáfrica.

Ahora, con motivo del centenario del armisticio que puso fin a la guerra, Patrimonio Nacional quiere hacer una contribución documental e historiográfica que incluye miles de documentos, fotografías, mapas e informes. Ello incluye la creación de una base de datos en la que se pueden hacer consultas y la intención de que la exposición sea itinerante.

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