El 55% de los escoceses rechazó separarse de Reino Unido en la consulta de 2014
En medio de las negociaciones con la Unión Europea para evitar un Brexit duro, Reino Unido revive un antiguo conflicto que ya pensaba tener solucionado. La ministra principal de Escocia y líder del Partido Independentista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, quiere celebrar un nuevo referéndum de independencia en 2020 y así se lo hará saber a Londres antes de que finalice este año.
Durante el discurso de clausura del congreso anual de su partido, Sturgeon ha confirmado que "antes de que finalice el año", exigirá "la transferencia de poderes que sitúe la legalidad de un referéndum más allá de cualquier duda". La líder del SNP ha explicado que se están preparando y que para el año que viene ya habrán completado los preparativos legislativos necesarios para la votación.
Escocia ya celebró otro referéndum de independencia en 2014. En esa ocasión, el 55% de los participantes rechazó separarse de Reino Unido. Con este resultado, David Cameron, ex primer ministro británico, creyó que este conflicto quedaría resuelto, al menos durante la próxima generación. Sin embargo, se avivó la llama nacionalista tras el 'sí' al Brexit en el referéndum de 2016, una votación en la que la mayoría de escoceses votaron en contra.
"Sea cual sea el resultado de las negociaciones entre Londres y Bruselas, el Brexit es malo para Escocia", ha apuntado Sturgeon. Su intención es convertir a la región en un "puente" que una Reino Unido y el bloque comunitario cuando el Brexit se haga realidad. Incluso ha llegado a asegurar que Escocia formará parte del mercado único de la Unión Europea.
La votación de 2014 fue pactada con Londres y la intención es que en esta ocasión ocurra lo mismo. La dirigente del SNP ha dejado claro la necesidad de alcanzar un acuerdo con el primer ministro Boris Johnson para que el plebiscito sea completamente legal.