ERC y JxCat no aprovechan en las urnas las protestas de la sentencia

La CUP y las derechas sacan más réditos de la crisis catalana

Noemí Jansana
Bolsamania | 29 oct, 2019 06:00 - Actualizado: 09:28
ep manifestantes en el entorno de la plaza urquinaona en la sexta jornada de protestas en barcelona
Manifestantes en el entorno de la plaza Urquinaona en la sexta jornada de protestas en Barcelona contra la sentencia del Supremo por el `procés` a 19 de octubre de 2019Germán Lama - Europa Press

A dos semanas de las elecciones del 10 de noviembre, Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat) observan la evolución de los sondeos demoscópicos con profundo desagrado. Ambas formaciones esperaban capitalizar la sentencia condenatoria del 'procés' y ser capaces de transformar las protestas y movilizaciones en votos, pero las encuestas anticipan igual o menor representación para ambos partidos, penalizados por su falta de liderazgo en la crisis que vive Cataluña desde hace dos semanas y por la irrupción de la CUP.

Especialmente ERC se había esforzado en tratar de que los independentistas contestaran en las urnas a una sentencia, a su juicio, injusta. Varios líderes de los republicanos apelaron directamente a los votantes, lo que lejos de surtir el efecto deseado, generó rechazo entre los soberanistas que se movilizaron las pasada jornadas. El diputado Gabriel Rufián sufrió directamente estas consecuencias, cuando acabó siendo expulsado de una concentración en Barcelona el pasado 20 de octubre.

Se esperaba que las condenas "generaran una corriente de simpatía hacia los presos que acabaran transformándose en votos", señala Jordi Pacheco i Canals, decano del Colegio de Politólogos de Catalunya. Otras fuentes consultadas aún sostienen que el arranque de la campaña electoral este 31 de octubre atemperará los ánimos y reducirá las protestas en las calles. "El independentismo usará las urnas como catarsis y se reducirán las protestas", aseguran.

Desde otros ámbitos se lamenta, sin embargo, que los políticos separatistas "han perdido el control de la calle" y se empieza a encajar que la respuesta a la sentencia sea el abstencionismo. "Los líderes y el Govern tienen el reloj en contra para conseguir apaciguar a la ciudadanía y lograr que participen en las elecciones generales", comentan fuentes cercanas a los CDR y a la CUP a este medio. La convocatoria electoral, lejos de atemperar los ánimos, se ha girado en contra de los partidos tradicionales y no está consiguiendo rebajar el "suflé", como esperaba algunos sectores, especialmente económicos.

En este sentido, la decisión de la CUP de presentarse al Congreso de los Diputados por primera vez en su historia ha distorsionado todas las quinielas. Los 'cupaires' acuden a los comicios con la voluntad confesa de "fomentar la ingobernabilidad", según ellos mismos reconocen. Las encuestas les otorgan de 1 a 4 escaños, los mismos que perderían ERC, JuntsxCat y En Comú Podem.

Con todo, la radiografía electoral en Catalunya no varía sustantivamente desde el 28 de abril. Las encuestas siguen dando la victoria a ERC, seguido del PSC, pero ambas formaciones acusan el desgaste de las movilizaciones. Además, los socialistas catalanes no son ajenos a la caída del PSOE en todo el territorio. La cuestión catalana está perjudicando al presidente del Gobierno en funciones y, lo que es aún más relevante, está comiéndose escaños de todas las fuerzas progresistas.

Pero en el partido que se ceba especialmente es en Ciudadanos. Los de Albert Rivera ceden la mitad de su representación, tanto en Cataluña como en el resto del Estado. Se benefician Vox y el PP. Aunque las fuerzas de derechas seguirían logrando unos resultados pírricos en Cataluña, subirían un escaño cada una, mientras que en el resto del país, las formaciones de Pablo Casado y Santigao Abascal apuntan a muy buenos resultados. Los populares acarician ya la idea de hacerle sombra al PSOE y la ultraderecha se coloca como tercera fuerza.

En resumidas cuentas, la radiografía es de una fragmentación absoluta y de un Congreso con una aritmética mucho más compleja que en primavera. No salen los números ni en las derechas ni en las izquierdas, de hecho, Sánchez requerirá de pactos con los partidos comunitarios si desea la presidencia. Exactamente igual que hace medio año, con el añadido de que el auge del PP diluye la idea de la gran coalición, ya que, de confirmarse la tendencia en los próximos días y en los comicios, Casado se podría ver tentado por la idea de intentar su investidura.

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