Moncloa rechaza verse de nuevo con el president de la Generalitat si es sólo para hablar del referéndum
Una reunión secreta que se ha acabado gritando a los cuatro vientos. El último episodio de la serie de desencuentros que han acabado de sentenciar la ya aparcada ‘Operación diálogo’ entre el Gobierno y la Generalitat, sobre la cuestión catalana, ha llegado con el reconocimiento velado de Mariano Rajoy y Carles Puigdemont de que se vieron en Moncloa el 11 de enero. Tintes de 'culebrón' aparte, las consecuencias de este encuentro privado se palpan entre los socios de gobierno de Junts Pel Sí -la CUP- y afectan el diálogo entre el Ejecutivo central y el Govern autonómico para abrir una brecha en el bloqueo institucional entre ambos.
El día después de que Rajoy y Puigdemont dieran a entender -que no confirmar- que hubo reunión ‘a escondidas’, Moncloa ha dado el primer paso para abrir un nuevo capítulo de tensiones con Cataluña. Rajoy no volverá a encontrarse con Puigdemont si es para volver a hablar del referéndum. Esto no significa que el presidente del Gobierno rechace el diálogo, pero quiere hablar de las “cosas que realmente importan a los catalanes” y que se incluyen en la lista de 46 reivindicaciones que el líder catalán entregó al presidente del Gobierno en la última reunión que mantuvieron.
Moncloa rechaza verse de nuevo con el president de la Generalitat si es sólo para hablar del referéndum
Así lo explica 'La Vanguardia', el rotativo que desveló el almuerzo que mantuvieron ambos a inicios de año. Según el medio, Rajoy no quiere colocarse en el centro de una negociación explícita sobre el reconocimiento nacional de Cataluña y, por supuesto, no quiere ni hablar de referéndum. Sí de 45 de los 46 puntos planteados por la Generalitat.
No obstante, Puigdemont no se da por vencido. En una conversación informal con periodistas ha confirmado que hará un último intento de petición del referéndum vinculante mediante las firmas que se adhieran al manifiesto del 'Pacte pel Referéndum', un documento que en menos de 48 horas suma 25.000 apoyos de ciudadanos particulares, pero también de personalidades de la política como Pablo Iglesias. El líder de Podemos es el único político del ámbito estatal que ha firmado el manifiesto. Puigdemont ha señalado que aún no sabe cómo trasladará la petición a Rajoy, si en un acto solemne o mediante una petición al Congreso.
Pero las posibilidades de que esta iniciativa hagan mella en el la postura del Estado son casi nulas. La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, ha matizado la situación y, respecto a las relaciones entre la Generalitat de Cataluña y el Ejecutivo central, ha asegurado que “el Gobierno de España, habla, dialoga y está a favor de trabajar por España y Cataluña”.
Durante una entrevista en ‘RNE’, la portavoz del PP ha reclamado al presidente Carles Puigdemont que “se saque las manos de los oídos y de los ojos y que mire que Cataluña es más plural y que puede encontrar un aliado en el Gobierno de España”. Al mismo tiempo, ha pedido “más prudencia” y que “dejen de hablar en terminología violenta”, fruto de sus inestables alianzas con la CUP.
DESCONCIERTO ENTRE LOS ‘CUPEROS’
De hecho, la segunda parte del nuevo capítulo de la cuestión catalana la escribe precisamente la CUP, que de la reunión parece que no tenía ni idea. Al menos así lo ha dado a entender la diputada de la formación anticapitalista, Anna Gabriel, quien ha asegurado que le "inquieta" que el Govern no informara a su partido del ‘famoso’ encuentro.
En una entrevista este jueves en TV3 recogida por Europa Press, ha dicho que pueden entender que la Generalitat no diera a conocer la reunión previamente para huir de la presión mediática, pero tendría que haber informado a la CUP después: "Es innecesario generar esta sombra de duda y que nos tengamos que enterar por la prensa".
Además, ha dicho que les preocupa que se abra una vía de diálogo con el Gobierno "que no pase por la negociación del referéndum", y ha subrayado que cualquier contacto con el ejecutivo central debe ser para explicarles que la consulta se hará.
EL GOBIERNO INSISTE EN QUE EL PROBLEMA ES LA CUP
Los populares lo tienen claro. La CUP es el escollo para que se pueda abrir una vía de negociaciones que no incluyan el referéndum. Así lo ha expresado Levy: “En Cataluña, si hay un aliado es el Gobierno de España y si hay un enemigo es la CUP”.
La portavoz del PP refleja muy bien los ánimos que se cocinan en Moncloa e insta a los gobernantes catalanes a elegir entre ellos y la CUP. Entre “Aliados o enemigos”. “Una oferta que lanzan tanto a (Oriol) Junqueras como a Puigdemont. Tienen la oferta encima de la mesa”, ha señalado la vicesecretaria del PP, quien ha vuelto a apuntar que “el Gobierno de la Generalitat es un Gobierno que se mide por sus ausencias y, frente a ello, el PP es un partido que se presenta como alternativa”.