El gobernador del organismo emisor asegura que mantendrá el tipo de cambio estable y a un nivel razonable
En tan sólo dos semanas y media el yuan se ha desplomado un 4,5%, hasta niveles de precio cercanos a los 6,72 por dólar. La caída llega justo en un momento en que China y EEUU han abandonado las negociaciones para llegar a un acuerdo en materia comercial y en la antesala de la imposición de aranceles por valor de 34.000 millones de dólares a las exportaciones del gigante asiático. Las especulaciones de una intervención del banco central se han disparado, pero su gobernador, Yi Gang, ha salido en defensa de la moneda, aunque entra en sus planes mantener débil al yuan.
“El mercado apostaba porque el Banco Popular de China estaba manipulando el tipo de cambio del renminbi para mitigar los efectos de los gravámenes de EEUU”, señala Michael Hewson, analista de CMC Markets. De hecho, el organismo emisor ha efectuado dos rebajas de los requisitos de reservas de los bancos para estimular el préstamo, la última este fin de semana. Y el yuan se ha deslizado hasta precios no vistos desde el mes de agosto pasado.
Según Reuters, China se siente cómoda con un yuan debilitado, interviniendo solo para evitar cualquier declive rápido y desestabilizador o para restablecer la confianza del mercado, a medida que la economía pierde impulso y enfrenta nuevos riesgos de una acalorada disputa comercial con Estados Unidos. Y así ha sido ya que Yi sólo ha dado un paso al frente para calmar los nervios ante una posible fuga de capitales.
Tanto en una comparecencia ante los medios como en un comunicado publicado en la página web del banco central, Yi ha asegurado que el organismo está monitorizando las fluctuaciones de divisas extranjeras con el objetivo de mantener el yuan firme y en un nivel de precio razonable. Las salidas de fondos están bajo control, ha enfatizado.
También se citó a un asesor del banco central chino que dijo que las autoridades no esperaban una depreciación significativa del yuan, lo que también ayudó a la moneda china a revertir sus pérdidas iniciales para regresar a territorio positivo. De hecho, este miércoles la moneda ha regresado a terreno positivo y ha remontado un 1,6% desde el reciente mínimo al cerrar en los 6,6048 yuanes por dólar.
SALIDAS DE CAPITALES
Son las primeras medidas que ha tomado Pekín para sujetar los capitales dentro de sus fronteras. Expertos de Danske Bank esperan que la crisis comercial provoque un “más que seguro repunte de las salidas de capitales del país”. Las fugas de fondos desde el gigante asiático fueron uno de los temas estrella entre 2016 y 2017, que precipitó la quema de la despensa de divisas del PBoC -perdió la barrera de los 3 billones en enero de 2017- y la imposición de controles y reglamentaciones más estrictas en transferencias transfronterizas y otras operaciones financieras.
Ahora, desde el banco danés advierten que “las empresas estadounidenses en China repatriarán sus beneficios a un ritmo cada vez mayor, ya que corren el riesgo de verse atrapadas en el fuego cruzado de la guerra comercial”. Además, muchos inversores institucionales han aprovechado la apertura financiera del país y su inclusión de los valores del país en el índice MSCI para elevar su exposición al país asiático. “Podemos llegar a ver un giro de 180 grados en estos flujos si hay una escalada aún mayor entre ambos países”, concluyen los expertos del banco danés.