El presidente de Estados Unidos realizará un balance de sus primeras semanas y expondrá sus futuras actuaciones
El nuevo presidente de Estados Unidos vive uno de los momentos más decisivos de su corta carrera como como inquilino de la Casa Blanca. Frente a los miembros del Senado y de la Cámara de Representantes, el dirigente ofrecerá este miércoles (3 am hora española), un trascendente discurso donde realizará un balance de sus primeras semanas y expondrá sus futuras actuaciones.
En estas acciones venideras, su audiencia en el Congreso es fundamental. Ellos serán los encargados de poner 'la alfombra roja' a las medidas de Trump o, por el contrario, serán los que construyan 'un muro' a las iniciativas del presidente. "Trump necesita el apoyo de los suyos (republicanos) en el Congreso para poder llevar a cabo muchas de sus promesas y que no queden en meras declaraciones de intenciones en forma de órdenes y memorandos presidenciales", indica Daniel Ureña, Presidente de The Hispanic Council.
Para lograr este respaldo, desde la Casa Blanca apuntan que el presidente mostrará "su lado optimista y amable y preparará a su país para las acciones venideras". Una declaración muy parecida a la que se realizó en la previa de su discurso de investidura, donde el nuevo presidente continuó con su tono provocador. "Trump es Trump. Lo demostró en campaña y lo está demostrando en la Presidencia. Su oratoria no varía mucho en función de si está en un mitin o en una rueda de prensa", recuerda Daniel Ureña.
La opinión de ambas cámaras sobre el presidente es todavía una incógnita. No hay duda sobre la oposición de los demócratas pero, al ser minoría, el protagonismo pasará a los parlamentarios republicanos. En la carrera electoral, el magnate neoyorquino logró un importante rechazo de senadores, congresistas y hasta gobernadores republicanos.
La mayoría se desmarcaba de la postura del candidato: "Trump no tiene nada que ver con el partido". Los republicanos recordaban que era un 'outsider' y que jamás debería convertirse en presidente. "Durante las primarias se evidenció la división incluso cuando era claro favorito para disputar la Presidencia a los demócratas", recuerda Ureña. No obstante, con Trump en la Casa Blanca, el discurso entre los republicanos cambió, incluso entre sus principales detractores. Excepto pocas excepciones como John McCain, los miembros del partido han cerrado filas con el nuevo presidente, ya que ven una posibilidad histórica de aplicar la política republicana.
"Será clave analizar como Trump abordará temas como el Obamacare, que tanto dividen a los republicanos", señala José María Marco, profesor de Relaciones Internacionales y experto en política norteamericana de la Universidad de Comillas. Algunos republicanos han indicado que esta ley puede modificarse pero no están de acuerdo con su derogación. Su reforma fiscal y su aumento de 54.000 millones de dólares en el presupuesto militar también serán dos puntos importantes en su discurso. "El aumento es tan alto que habrá que ver de dónde saca el dinero", indica el presidente de The Hispanic Council
Aunque, de nuevo, Donald Trump generará la mayor controversia con sus polémicas iniciativas sobre inmigración. "Su estrategia es provocar, pero en el Congreso (Senado y Cámara de Representantes) es donde se hace política y, por lo tanto, deberá concretar sus intenciones", indica José María Marco.
Pasa un examen tras gobernar a espaldas del Congreso. El Senado y la Cámara de Representantes ha sido ignorados en los casi 40 días de presidencia de Trump. Los gran cantidad de decretos presidenciales se han sucedido a espaldas de las cámaras y los parlamentarios quieren mostrar su importancia legislativa en Estados Unidos. Por ello, Trump deberá defender sus principales decisiones: la futura construcción de un muro en la frontera con México, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y el decretó un veto a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, aunque esta medida ha sido bloqueada jurídicamente.
TRUMP SE PONE "UN SOBRESALIENTE EN ESFUERZO"
Donald Trump en una entrevista concedida antes de su examen se ha autocalificado. El presidente reconoció en una entrevista con el programa matinal Fox & Friends, que su "mensaje no es bueno" y se da una calificación "C o C+" (un aprobado raspado), pero considera que tiene una A (sobresaliente) en "esfuerzo" y "logros".
En esta misma entrevista, Trump se refirió a las protestas contra legisladores republicanos y a las filtraciones de informaciones sobre su equipo de gobierno: "creo que el presidente Obama está detrás de ellas, su gente está sin duda detrás".
TAMBIÉN HABLARÁ A LOS INVERSORES
El mercado también estará pendiente del examen del presidente. Como apunta Lukman Otunga, analista de FXTM, "los inversores estarán prestando especial atención a temas como los recortes de impuestos, las inversiones en infraestructura, comercio y desregulaciones". Aunque el analista asegura que existe cierta cautela por la posibilidad de que "un discurso similar al de investidura asuste a los mercados", apunta.
En la misma dirección se posiciona Michael van Dulken, analista de Accedo Markets: "Los inversores se muestran cautelosos ante un discurso donde se informará del aumento de los gastos militares y de infraestructura como parte de su "fenomenal" promesa de estímulo para impulsar el crecimiento de Estados Unidos".