La ministra de Sanidad se refiere a los "padres irresponsables" que hayan sido avisados y no hagan nada
La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, se ha convertido este martes en tendencia en las redes sociales tras decir que el Gobierno se está planteando multar a los padres cuyos hijos consuman alcohol. En una entrevista en ABC, ha explicado que se podría imponer una sanción a los "padres irresponsables" que hayan sido avisados de lo que hacen sus hijos y no impidan que estos consuman bebidas alcohólicas de forma reincidente.
"A mí no me interesa que se regule la distancia entre un bar y un colegio o un recinto deportivo. Lo importante es que no se venda alcohol a menores"
Una de sus primeras medidas como ministra ha sido la de proponer una ley contra el consumo de alcohol en menores, y precisamente sobre ese tema se ha mostrado muy crítica. "Quizá haya que plantearse algún tipo de sanción económica" para los padres que "hayan recibido un aviso para asistir a un curso de sensibilización tras haberse emborrachado su hijo y no acudan". Así de clara ha sido Montserrat al ser preguntada al respecto.
La posibilidad de imponer una multa ya se contempla en el borrador de esta norma, que pretende regular el consumo de alcohol, venta y publicidad, y en el que se habla de posibles multas a los menores que serían abonadas por los padres en caso de insolvencia o con trabajos a la comunidad. Montserrat afirma que esta "es una ley sólo para menores" y que va a ser completamente revolucionaria, porque las anteriores eran "muy intervencionistas" y cree que eso fue precisamente lo que las hizo fracasar. "A mí no me interesa que se regule la distancia entre un bar y un colegio o un recinto deportivo. Lo importante es que no se venda alcohol a menores", ha remarcado.
Asimismo, ha señalado que todavía no sabe si se regulará o no la publicidad del alcohol. "No lo tengo claro aún. Debo escuchar a todos los sectores implicados. Quiero una ley con el máximo consenso posible, porque si no, no saldrá adelante y nuestros hijos seguirán bebiendo en la calle", ha indicado la ministra, que cree, como muchos, que sin prohibiciones y sanciones es difícil que una norma se cumpla, aunque aboga también por dar un paso más y "concienciar a la sociedad" para que "si alguien ve a un menor beber en una plaza, llame a la Policía y que el agente pueda pedirle el DNI y hacerle un control de alcoholemia".
"No se va a detener a nadie, aunque si da positivo se llamará a los padres o tutores para informarles que su hijo está bebiendo. Si dan un móvil falso, la Policía acompañará al chaval a su casa y la familia recibirá un aviso para acudir a un curso de sensibilización con su hijo, similar a los que hace Tráfico", ha explicado la ministra. "Habrá algún padre irresponsable que se niegue a ir, entonces, si el chico es reincidente, quizá haya que plantearse algún tipo de sanción económica. Imagínese que lo pillan cinco veces bebiendo y no van al curso. Entonces puede que se planten sanciones, pero no quiero que sea una ley coercitiva sino de sensibilización", ha remarcado.
Y al ser preguntada si se endurecerán las multas para los locales que vendan a menores o para los adultos que lo compren para ellos, ha dicho que esto último es "difícil". No obstante, el Gobierno sí que quiere que "el que venda a un menor tenga una sanción grave", por lo que "revisaremos las multas actuales con Interior".
LA POLÉMICA DEL CONSUMO DE LOS MENORES
En noviembre una niña de 12 años murió en Madrid tras sufrir un coma etílico por consumir elevadas cantidades de alcohol en un botellón
La ministra de Sanidad ha decidido tomar cartas en el asunto tras los últimos y polémicos casos de consumo de alcohol en menores de edad. A principios de noviembre una niña de 12 años murió después de sufrir un coma etílico tras un botellón en el que participó junto a sus amigos, en el municipio de San Martín de la Vega (Madrid), con motivo de la fiesta de Halloween. Tras ingerir grandes cantidades de alcohol en un parque junto a otros chavales, la niña se desmayó y sus amigos la trasladaron al centro médico local, que ante la gravedad del estado de la pequeña llamaron al 112 alertando de que la chica se encontraba en parada cardiorrespiratoria.
Los sanitarios del Summa consiguieron estabilizar a la niña y la llevaron al Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde ingresó en estado muy grave. Sin embargo, y debido a los daños irreparables que sufrió a consecuencia del coma etílico, la pequeña falleció en el hospital.
Y unas semanas después, a finales del mes de noviembre, hubo otro episodio. Una niña de 13 años fue ingresada por un coma etílico tras consumir grandes cantidades de alcohol en botellón celebrado en la zona de Arroyo Culebro de Leganés. Aunque en el momento de ingresar en el Hospital Severo Ochoa de esa localidad estaba en estado grave, finalmente los sanitarios lograron estabilizarla y al poco tiempo fue dada de alta.