Era el único cargo que ostentaba tras dimitir de la presidencia de la Comunidad de Madrid y del PP madrileño
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes ha presentado este martes, a las 10.30 horas, su renuncia al acta de diputada regional en la Asamblea de Madrid. Era el último paso que le quedaba por dar para certificar su retirada de la política, tras su dimisión como presidenta regional y después de haber dejado la presidencia del PP de Madrid.
Cristina Cifuentes deja un escaño que ocupó por primera vez en el año 1991
El acta de diputada era el último cargo público que ostentaba Cifuentes, después de sus anteriores dimisiones, que se produjeron tras estallar la polémica del máster y tras publicarse un vídeo de 2011 en la que se la podía ver robando supuestamente unas cremas faciales en un supermercado.
La renuncia de Cifuentes se ha producido menos de un día después de conocerse la decisión del PP sobre su sucesión. Este lunes se anunció que Mariano Rajoy había elegido a Ángel Garrido, el que fuese 'número dos' de Cifuentes en el Gobierno regional, como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid en la investidura que ha de celebrarse en la Asamblea de Madrid en los próximos días.
Si Cifuentes hubiese mantenido el acta, tendría que haber vuelto al Pleno de la Cámara autonómica para votar, y eso hubiese puesto, una vez más, el foco sobre ella. La expresidenta madrileña ha acusado el desgaste emocional y personal que han supuesto los dos escándalos en los que se ha visto envuelta, y ahora ha preferido hacerse definitivamente a un lado para no robar protagonismo a Garrido el día de su 'puesta de largo' (cuenta con el apoyo de Ciudadanos) ni seguir en el foco mediático en sucesivos Plenos.
De hecho, todo apunta a que ha sido una decisión personal, aunque es significativo que este lunes el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, asegurase en la rueda de prensa en la que anunció la decisión de Rajoy sobre Garrido que Génova había hablado con Cifuentes y le había hecho ver que su situación no era sostenible, ya que se iba a tener que ver obligada a acudir a la Asamblea y la atención mediática que iba a despertado no le iba a permitir pasar página, según recoge El País.
Sea como sea, Cifuentes ha decidido abandonar su escaño, que ocupó por primera vez en 1991. Su primera intención era mantenerlo y dedicarse a esta tarea de forma exclusiva, según anunció el pasado 25 de abril, cuando comunicó su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid, aunque parece que en estos días ha tenido tiempo de reflexionar y ha decidido alejarse de la política. Al menos por ahora.