La dirección del centro remite un informe al juez en el que asegura que el comisario está bien y se le realizan controles diarios
El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo así como el resto de internos de su módulo de la cárcel madrileña de Estremera, el destinado a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, se encuentran en cuarentena en sus celdas después de que el centro registrara dos casos de positivo en coronavirus.
Según han informado a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias, la dirección de la prisión decidió, tras tener conocimiento de los casos de Covid-19, que los alrededor de 50 presos de ese módulo permanecieran en sus celdas durante 14 días para prevenir nuevos contagios.
Se trata de una medida adicional a la que ya había tomado la dirección de este centro penitenciario, que éste en su totalidad ya se encontraba en cuarentena, limitando la movilidad de los presos a los módulos asignados y cerrando otras zonas comunes como el polideportivo o la escuela.
En el caso particular de Villarejo, el comisario jubilado cuenta con una celda individual desde el pasado 31 de enero, es decir, antes de las medidas tomadas por la pandemia de coronavirus, tal y como consta en un informe elaborado por el director de Estremera a petición del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón debido al nuevo recurso presentado por el expolicía para solicitar su libertad provisional durante el estado de alarma.
En el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, también se especifica que a Villarejo se le realiza "control de constantes diario que incluye la toma de temperatura, por lo que el interno es visitado por los servicios sanitarios cada día a fin de determinar la detección de clínica compatible con SARS Covid-19".
Según el informe del director, los controles médicos determinan que el comisario jubilado se encuentra en "una buena situación" y sin síntomas de coronavirus, pues está "afebril". Tal y como consta en el escrito, el comisario jubilado, que padece hipertensión y otras patologías, no ha referido "malestar" desde el pasado 1 de marzo.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 solicitó este informe a la cárcel de Estremera después de recibir el recurso del expolicía en el que reprochaba al magistrado no tomar medidas para proteger su salud y argumentar para no otorgarle la libertad provisional que "no tiene ningún riesgo por permanecer en prisión".
A raíz del informe del director de Estremera, el abogado de Villarejo, Antonio José García Cabrera, ha presentado un nuevo escrito en el juzgado en el que pide que se solicite más información. Según su defensa, el expolicía presenta un "cuadro pluripatológico con hipertensión arterial crónica resistente al tratamiento con continuas crisis hipertensivas, dislipemia, insuficiencia aórtica y mitral, arritmias cardiacas, asma bronquial, deterioro funcional progresivo, vulnerabilidad espinal residual a cirugía artrodésica lumbar, hiperplasia de próstata, hiperuricemia, alergias y problemas dermatológicos y estrés carcelario".
El letrado quiere saber desde cuándo no se le hacen a su cliente controles de tensión arterial, cuántos casos "sospechosos" de coronavirus hay en su módulo, cuántos han tenido que ser hospitalizados y cuántos se encuentran aislados y/o en tratamiento. También si antes de ser sometido a cuarentena, Villarejo compartió con otros reclusos y funcionarios lugares tales como la biblioteca, peluquería y el comedor para desayunar, almorzar y cenar, y si en ese momento los funcionarios estaban dotados de equipos de protección individual.
Además, pregunta si otros módulos del centro no han tenido que ser sometidos a cuarentena, desde qué fecha exacta se encuentran los internos en sus celdas así como las dimensiones de la que ocupa Villarejo, y si puede realizar en ella "los ejercicios de rehabilitación prescritos para mantener la movilidad de la cadera".
En el mismo escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, el abogado también denuncia que el 1 de febrero de 2020 el comisario jubilado "fue llevado a la enfermería", donde se le suministró medicación para la hipertensión por haber sufrido el día anterior un "cacheo integral" y haber sido trasladado de celda, lo que le ocasionó "estrés y agotamiento", ya que "se le obligó a trasladar personalmente todas sus pertenencias".
También denuncia que el 18 de febrero "sufrió un nuevo cacheo integral en su celda", lo que le provocó una "nueva crisis hipertensiva con fuertes dolores de cabeza, cuello y, en general, especialmente en el lado izquierdo", necesitando de nuevo medicación para bajar los niveles.