La californiana Cisco y la francesa Schneider Electric tenían previsto la creación del centro mundial de 'smart cities' en Barcelona
Convertir una antigua fábrica en el centro mundial de las 'smart cities' era el objetivo del proyecto de las multinacionales Cisco y Schneider Electric. Sin embargo, según recoge el diario catalán Ara ambas empresas han dejado la inversión en 'stand-by' porque están "reformulando el proyecto porque las dos partes consideraban interesantes readaptar el proyecto al nuevo entorno".
La líder del proyecto era la californiana Cisco, quien se había comprometido a la inversión de 30 millones de dólares (22 millones de euros) en julio de 2014. El otro socio del proyecto, la francesa Schneider Electric, iba a invertir 15 millones de euros más en un periodo de 15 años.
Este proyecto suponía una inversión de 37 millones de euros
Sin embargo, según cuenta Ara, la voluntad de Colau de pasar a ser una 'smart city' a una 'democratic city' donde la participación ciudadana y la transparencia entran a jugar un papel muy importante en la inversión en tecnología de la ciudad, puede tener que ver con que este proyecto que suponía una inversión de 37 millones de euros, haya quedado en 'stand-by'. Añaden fuentes del sector consultadas por el diario, que al ver el "desinterés actual del consistorio" la compañía francesa podría haberse desvinculado del proyecto.
EL SMART CITY CAMPUS
La rehabilitación de la fábrica de "Ca l'Alier" era solo la primera pieza del futuro 'Smart City Campus', una zona que tenía que ser el foco de atracción de empresas y emprendedores alrededor del concepto de 'smart cities'. En el mismo espacio se iba a ubicar la sociedad Institute of Technology for the Habitat (BIT Habitat) y una incubadora empresarial. Aunque el último empujón lo dio Trias, Ara assegura que las conversaciones empezaron con la alcaldía de Jordi Hereu.
Aunque según el Ayuntamiento de Barcelona y Cisco el proyecto sigue adelante aunque está "en revisión", el teniente de alcaldía Gerard Pisarello escribía en el medio catalán que "durante muchos años, hemos visto funcionar el concepto de 'smart city' como un icono de exportación sin demasiado contenido substancial y sin especificar qué lógicas urbanas estaban detrás. Como gobierno de la ciudad, entendemos que esta lógica no puede continuar".