Clinton y la Energía Distribuida: España renuncia a la modernización energética
Hillary Clinton, candidata a la nominación por el Partido Demócrata, ha secundado el plan Obama
- La propuesta consiste en una reducción de las emisiones de las plantas energéticas del 32% con relación a los niveles de 2005
Hillary Clinton, candidata a la nominación por el Partido Demócrata, ha secundado el plan Obama contra el cambio climático, el “America’s Clean Power Plan”, que pretende poner coto al problema creciente del cambio climático, un fenómeno ya incuestionable que la cerril derecha norteamericana niega frontalmente y atribuye a poderes oscuros que supuestamente pretenden inmovilizar a los Estados Unidos y hacerle perder el tren industrial y tecnológico.
La propuesta de Obama consiste, como es conocido, en una reducción de las emisiones de las plantas energéticas del 32% con relación a los niveles de 2005, lo que supone un 9% más que en la propuesta anterior formulada por la Agencia de Protección de Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. El coste del proyecto asciende a unos 8.400 millones de dólares anuales hasta 2030 pero rendirá beneficios muy superiores: sólo en efectos sobre la salud, los beneficios anuales oscilarán entre los 34.000 y los 54.000 millones. Además, los consumidores ahorrarán en la factura eléctrica 85 dólares al año por hogar, unos 155.000 millones entre el 2020 y el 2030.
Los republicanos se oponen a las medidas porque no creen en el cambio climático. A su juicio, cerril si hay que juzgar por todas las evidencias, el calentamiento global sería un invento de algunos desaprensivos empeñados en agostar la industria norteamericana con trabas tecnológicas que le restarían eficiencia y competitividad. Hay que estar ciego para no prestar oídos a la comunidad científica y a la propia realidad cotidiana: como ha destacado Obama, en 15 años se han registrado los 14 más calurosos desde que se computan las temperaturas.
SE SUMA AL PLAN...
Hillary Clinton, precandidata demócrata a la presidencia, se ha sumado al plan de Obama y ha incluido en su propio programa presidencial una gran apuesta por la energía solar, que se sumará a otras energías renovables. Su plan, que está orientado a fomentar la llamada ‘Energía Distribuida’, pretende instalar unos 500 millones de paneles solares en los hogares norteamericanos en cuatro años, con lo que, en el plazo de diez años, todos los hogares se alimentarían con fuentes renovables.
Los consumidores ahorrarán en la factura eléctrica 85 dólares al año por hogar, unos 155.000 millones entre el 2020 y el 2030.
Los Estados Unidos (EEUU) se dirigen, pues, hacia un futuro energético caracterizado por las renovables y la generación distribuida. Mientras tanto, en España, las eléctricas están presionando al Gobierno para que impida que los ciudadanos instalen sus propias fuentes de abastecimiento. Se trata de penalizar fiscalmente el autoabastecimiento para hacerlo inviable y, sobre todo, de evitar que las eléctricas hayan de comprar los excedentes a los usuarios particulares.
Esta prohibición directa o indirecta, que ya se ha insinuado, es vital para la supervivencia de tales empresas, que han impuesto siempre su voluntad a los sucesivos gobiernos gracias al fichaje de políticos jubilados capaces de hacer lobby y de defender ardientemente sus intereses, coincidan o no con el interés general.
En definitiva, si no cambian los puntos de vista, nuestro país, que tiene más horas de insolación que los Estados Unidos y que prácticamente toda Europa, tendría que renunciar a la energía limpia que nos ofrece el sol para seguir contaminando con combustibles fósiles.
El disparate es de tal magnitud que la sociedad civil no lo consentirá.
Antonio Papell
Lea también:
Obama responde en Twitter: cambio climático, aliens y fútbol