El actual presidente ha vuelto a ser el más votado y encara su tercer mandato
El actual presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se han celebrado este domingo en el país. Partía con una ventaja de más de dos millones de votos sobre su opositor, Kemal Kilicdaroglu, tras la primera votación del pasado 14 de mayo.
Los economistas creen que, con la continuación en el poder del mandatario turco, seguirá la ausencia de ortodoxia económica, continuará el intervencionismo e incluso empeorará la relación del país con Occidente.
Estas son algunas de las claves que deben tenerse en cuenta ante la victoria de Erdogan:
1. Posible nueva reacción a la baja de la bolsa y la lira. Atentos a BBVA. La Bolsa turca y la lira podrían extender las caídas con el triunfo de Erdogan. En España, el mayor impacto puede volver a verse en BBVA, que el pasado 15 de mayo se dejó más de un 4% en bolsa debido a su exposición al país a través de Garanti, en el que controla el 86% del capital.
"Hay valores atractivos en otros lugares y la situación macroeconómica del país supone fuertes vientos en contra y riesgo político"
Aunque parece que está descontada esta victoria de Erdogan, habrá que ver si no es así y si provoca más recortes en el banco. Cabe remarcar, sin embargo, que Garanti se había disparado un 30% la semana anterior a la primera vuelta electoral ante la posibilidad de un cambio de rumbo y un triunfo de Kilicdaroglu.
2. La política monetaria, el 'gran asunto'. Lo que ocurrirá con la política monetaria en Turquía es tal vez uno de los aspectos más valorados por los expertos al analizar el resultado electoral. La mayoría cree que seguirá el intervencionismo económico, también en el banco central, y que habrá una ausencia de subidas de tipos, ya que el presidente turco viene haciendo todo lo contrario.
Esta semana, el banco central mantuvo los tipos en el 8,5% a la espera de las elecciones, lo mismo que hizo en abril y en marzo. En febrero de este año, los redujo en 50 puntos básicos (del 9% al 8,5%).
Respecto a este asunto, para muchos, la principal consecuencia de un triunfo de Kilicdaroglu hubiera sido una subida significativa de los tipos de interés oficiales, y hay quien cree que incluso Erdogan acabará dejando al banco central más libertad.
3. El camino hacia la ortodoxia no es tan sencillo. Incluso aunque se opte por dejar al banco central más libertad y por las subidas de tipos, algo que "podría atraer más flujos de capital, mejorar la calificación crediticia de Turquía y reducir los costes de los préstamos externos", los economistas reconocen que al camino no estaría exento de dolor.
"El aumento de los tipos de interés pesaría sobre la actividad económica y el empleo. Las expectativas de inflación tardarían algún tiempo en volver a anclarse, ya que probablemente se produciría un efecto de segunda ronda como consecuencia de una mayor depreciación", avisan desde J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Mohammed Elmi, gestor de fondos de deuda emergente en Federated Hermes, cree que Turquía se enfrenta a una importante volatilidad a corto plazo "tanto si mantiene el statu quo heterodoxo como si prosigue la accidentada transición hacia una mayor normalidad convencional".
4. Una tarea "colosal". Los expertos insisten en que el partido ganador tiene por delante una tarea "colosal".
“El principal desafío será sacar a la economía de una situación caracterizada por unas bajas reservas de divisas sin alentar una gran depreciación de la moneda y provocar inflación", explica Reza Karim, gestor de inversiones del equipo de Renta fija de Jupiter AM.
Las reservas netas de divisas se sitúan en alrededor de 28.000 millones de dólares sin contar el oro, y dado que Turquía necesita alrededor de 15.000 millones de dólares para funcionar con normalidad, su situación cambiaria es muy tensa.
5. Mejor invertir en otra parte. Cabe preguntarse si interesa invertir en Turquía, y la respuesta de Mark Martyrossian, director de Aubrey Capital Management, es que "hay mejor valor en otra parte".
El mercado bursátil turco ha tenido un comportamiento "mediocre" en la última década, comenta este experto. El año pasado rompió esta tendencia y se revalorizó más de un 137% pero no fue por los mejores fundamentales, sino porque "los inversores locales asediados intentan encontrar un depósito de valor con una inflación que supera el 80%", afirma Martyrossian.
"Hay valores atractivos en otros lugares y la situación macroeconómica del país supone fuertes vientos en contra y riesgo político", remarca el experto. "Como saben, en los últimos 10 años la lira turca ha pasado de 1,85 por dólar a 19,76. Todo un reto incluso para los mejores inversores. Todo un reto incluso para la empresa mejor gestionada. Más aún para un inversor basado en el dólar", concluye.